▶CINCO◀

976 65 42
                                    

"Un raro sentimiento"

El cielo ya estaba en anochecer...

Estaba al lado de mi ventana viendo como las gotas de agua se iban deslizando por el cristal y notando de vez en cuando un pequeño resplandor que no era más que algunos truenos que caían. Mi hermano me rodeaba con un brazo tratanto que dejara de pensar en los ruidos del interior.

Gritos... podría decir que se escuchaban más fuertes que cualquier relampago que chocase, por más cerca que este estuviese.

Era su décima discusión de esta semana que nisiquiera estaba por acabar, recién era la mitad. Quería entenderlo pero se me hacía complicado siendo el que rodeaba más comprensible con estos asuntos.

El día siguiente no fue diferente... risas es lo que quería aparentar pero solo eso... fingía... fingía ante mis amigos, ante mi demas familia... todo lo ocultaba tras de una sonrisa sabiendo que cuando llegara a mi casa sería el mismo tormento de siempre.

Esa mañana fue diferente...

Luego de otra discusión, condenando nuestra maldita existencia, mi madre entró acercandose a nuestra cama y arrodillandose para sacar de por debajo dos maletas y luego estamparlas en la cama.

"Guarden sus cosas" dijo sin siquiera mirarnos, más por el miedo le tuvimos que hacer caso.

Nos sacó de ahi y ni de mi padre pude despedirme, aunque tampoco es que quisiera hacerlo. Ella solo llevaba una pequeña cartera, nos subimos a un avión como si eso ya hubiese sido todo lo planeado. No dijo nada por todo el camino, yo veía a Daniel y el estaba igual que yo sin entender absolutamente nada. Tenía ganas de llorar pero no lo hice...

A casi dos horas llegamos a lo que parecía ser otra ciudad, bajamos del avión y mi mamá nos jaló a ambos del brazo sin ninguna protesta que pudiesemos dar. Tomamos un taxi y nos dejó en una casa, tenía dos pisos siendo de un tamaño algo mediano... abrió la puerta y nos dijo que entraramos a lo que le hicimos caso. Ya parecía estar arreglada, al menos lo suficiente como para que podamos estar tranquilos. Al final por fin ella se dignó a hablar.

"Quedense aquí, no tardo en volver" fueron las últimas palabras que escuche decir de su boca antes de que se fuera.

Las horas pasaban y ella no volvía... Daniel se estaba empezando a preocupar y yo estaba ya pensando lo peor... lo que lamentablemente fue.

La noche llegó y el me dijo para ver las habitaciones a lo que no me negué, solo habían dos, pero esa noche los dos dormimos en una sola ya que el no quería dejarme. Eramos ya algo mayores pero estabamos en un barrio que no conociamos, podría ser peligroso. Se acomo en uno de los sillones de ahi y yo en la cama, así nos quedamos dormidos.

Cuando amaneció aun no llegaba nadie. Bajamos a la sala sin verla a ella. Pero por debajo de la puerta había una carta, el la levantó y la leyó.

"Ustedes estarán mejor sin nosotros en su vida, es muy rápido el tener que dejarles toda esa responsabilidad, pero sabemos que nadie ya soportaba estar más tiempo así.
Les llegará dinero mensualmente, Daniel, tu ya sabes como es ir a comprar y te enseñé a cocinar un par de veces, pero deberas seguir aprendiendo por tu cuenta al igual que tu ____, el lugar está cruzando el parque central, que se encuentra por el colegio en donde estudiaran.
Hay una escuela a cinco cuadras de aquí, ahí terminaran todos sus estudios de ahora en adelante. La casa es toda suya, tal vez esta sea la última carta que reciban por parte mía. Adios.

-Mamá-"

No hubo mas que silencio después. Para ese entonces yo tenía trece y él tenia quince.

Volver a Sonreir || Lloyd x tú [Ninjago]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora