Papel y tinta.

360 42 3
                                    

Querido...

Bueno, en realidad no sabía cómo comenzar esta carta, porque has significado tanto para mi, que cualquier comienzo no sería suficiente para ti.

Pero, lo primero de todo, lo siento.

Siento haber entrado en tu vida, y haberme ido sin esperarlo.

Pero lo que no siento, es haberme enamorado de ti.

Porque aunque haya sido solo un instante de felicidad,

iluminaste mi camino cual faro el mar.

Y me salvaste.

Y me ayudaste a sobrevivir.

El problema fui yo.

Lo siento.

Siento hacerte pasar por todo esto.

Siento haberte dejado entrar.

Y por favor, no te culpes.

Y sé que esta ha sido una forma cobarde de despedirme de ti, pero no podría haberlo hecho en persona.

Porque tus ojos me habrían dejado sin palabras, y habría acabado entre tus brazos, como me gustaba estar -y me gusta-.

Así que siento también mi forma de decirte adiós.

Y no encuentro las palabras para despedirme como mereces, por eso solo te diré un simple adiós, que conlleva todos mis sentimientos consigo.

Adiós.

Otra historia más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora