SINOPSIS
Tres rostros, iguales.
Pero tres personas, diferentes.
El ángel.
El demonio.
Y la balanza.
Los tres famosos hermanos gemelos, Mon.
Joviano, Denicio y Tesar.
O como bien se los conoce.
Por los hermanos Jo.De.Te.
Porque son, sexis.
Porque son...
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TESAR
Hay tanto silencio en el bar.
Que solo se siente la jodida agujita segundera del reloj de pared, encima y donde la rusa quedó una vez que llegamos.
Pensé que con la pequeña caminata y ese aire forzoso que mi chica tomaba a grandes bocanadas, mientras caminaba con pasitos apurados metro más adelante y yo, siguiéndola detrás.
Muy seria.
Y todavía sin salir de su asombro.
Iba a jugarme a favor.
Pero, nop.
Al levantar mi vista de golpe de la barra donde me apoyé y ver el adorable rostro de la rusa totalmente desencajado aún y con la seria posibilidad de estar maquinando su cabecita, algún tipo de método.
Doloroso.
Muy doloroso.
Por ese cierto.
¿Cómo, se los explico?
¿Inocente engaño?
Por mi ingenua e inofensiva confusión de no decirle nunca quien soy.
Su mirada clara de ojos bonitos y totalmente su ceño fruncido, como brazos tiesos y cruzados en su pecho.
Me dicen, que no.
-¿Entonces, eres... - Formula con una mano en el aire, intentando buscar alguna palabra. - ...lo que pienso?
Froto mi nuca.
- Hijo y tercera generación de los Mon. - Soy sincero.
¿Demorarlo más?
No, gracias.
Amo mis pelotas donde están.
Y su ceño se frunció más de concentración.
- ¿O sea que no eres un mendigo y de verdad, una princesa?
- Sí. - Suspiro con una mueca.
Y quiero justificar esa mentira que nunca fue.
Decirle que, aunque al principio lo hice como un juego, pero para guardar mi anonimato.
Ella realmente me gusta y no es solo una cogida de turno.
Carajo.
Si hasta más que eso.
Porque su aire atrevido.
Desenvuelta y sin freno hasta los pies.
Y siendo tan bonita sin esfuerzo.
Provoca un fanatismo en mí.
Pero su mano en alto, me frena.
Para luego llevar ambos a su pelo y rascarse pensativa, caminando unos pasos.
