comprás.

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-¡Holaaaaa!... ¿Lizzie-chan ya estás lista?

-Grell-san, Pluto-chan ¡Buenos Días!

De nuevo era su día libre, solo que hoy lo pasaría con su pequeña y nueva amiga, hiendo de compras. Había llevado a Pluto con él ya que Adrián tenía mucho trabajo y aun seguía el pequeño problemita que causaron en Gevaudan.

-¿Que tal va todo? Adrián logró el contrato con el ejército.

-si, está muy feliz, se la vive planeando entierros y haciendo ataúdes para los soldados...la verdad, cada que encontramos a alguno en la calle termina sacando un metro y tomando sus medidas...jaja, pobres, ya le ven con terror.

-jajaja...veo que sigue igual.

Por extraño que parezca estos dos se habían entendido a la primera, Lizzi resultó ser muy comprensiva y amable. La verdad la chica había sido testigo de algunas " muestras de afecto" que Sebastián le daba al pelirrojo y...sentía un poco de pena por él.

-mira este vestido...¡Es muy lindo!

-si...y con esas botas te quedaría muy bien.

-cua... oh...son con tacones...mejor no.

La joven bajo la mirada y tomo la correa del enorme can para seguir el camino...¿Porque todo lo tenían que hacer con tacones tan altos?

Grell solo la miró...

Caminaron un rato hasta llegar a un café. La gente les veía un poco aterrados por semejante perro que llevaban.

-Pluto-chan ¿cambiaste su collar?

-si...Adrián dijo que ese collar no le daba buena espina, que había algo malo en el, nos costó mucho trabajo quitárselo, incluso tuvimos que usar nuestras deathscythe.

-¡¿Encerio?!

-mju, esa cosa era muy dura.

Acarició el hocico del enorme can, este estaba hechado abarcando casi toda la calle.

-oye y... ¿Que tal va todo con tu prometido?

Disimulo la pregunta bebiendo un poco de café, pero atento a los movimientos de la joven. Lizzy bajo la cabeza mientras mordía su labio. Grell sabía que algo andaba mal, las veces que se había encontrado a los otros dos siempre estaban solos o acompañado de sus sirvientes y esos amigos de medio oriente, incluso una vez los encontró con William pero...ya no veía a la chica con ellos.

-que sucede ¿Están peleados?

-no...yo...

Las lágrimas no tardaron en salir, de forma silenciosa.

-Ciel...Ciel me odia.

-¿Que?

- ya no habla conmigo, cada que lo voy a buscar...los chicos ya no me dejan entrar y Sebastián siempre me dice que salió, pero eso es absurdo, el jamás saldría sin Sebastián y...el...el odia mi lado feo, no le gusta que yo peleé y...

La vio llorar y se sintió mal por ella, le recordaba un poco a él, siempre intentando complacer a esos dos pero sin éxito.

Pero ya no sería así...no más, ya había aprendido que él era importante y no se dejaría mangonear nunca más.

-sabes Lizzi...a veces es el hombre quien tiene que estar a la altura de la mujer...y a ese niño le falta mucho, ni con zapatillas te alcanzaría...tú vales mucho y esa faceta tuya ...Es Hermosa.

-Grell... gracias...

Una sonrisa sincera de parte de ambos y continuaron bebiendo café.

Tal vez era momento que no solo Grell cambiará.

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