『Amor por Casualidad』[JiKook]

02 • Pars •

« El mundo nunca acciona sin antes avisar ».

Un jovial peli naranja con sonrisa destellante estaba sentado en una banca, la cuál estaba en frente de mi. Mis manos tocaban la mesa mientras me planeaba mentalmente como decirle sobre los retos de la fiesta que organizará SeokJin. No me sentía ya cómodo yendo, como para estar aún más preocupado por los retos que podría cumplir mi pareja.

Temía que las hojas del cielo dejasen de volar por lo cielos y caigan al suelo marchitas. ¿Pensará en mi, cómo yo pienso en él? La fiesta no era gran idea. Era muy arriesgo, ya habían sucedido momentos incómodos.

—Taehyung... —alcé el tono de voz.

-—Si...

—¿Por qué verde?

—Porque blanco es muy aburrido. —rodó los ojos.

—Yo escogí blanco para hacer algo que me pueda arrepentir con los retos.

—Lo sé y gracias, te amo —mi pulso empezó a acelerar por los las dichas palabras escuchadas—. Pero, quiero divertido, lo siento.

Existían esos momentos donde Kim solo pensaba en si mismo. Donde tal vez se olvidaba de que tenía pareja y debía comportarse un poco decente. Yo siempre tenía respeto en mis acciones para que ninguno se sienta mal. Sin embargo, eso nunca llegaba de parte de él.

—Entonces lila.

—¿En serio, Jeon?

Era a veces difícil expresar mi sentimiento de miedo a perderlo.

—Kim Taehyung...

—Okey —suspiró—, seré lila.

—¡Si! Ahora sí vámonos.

Hoy era la "Party Colors Jin".

Taehyung me vendría a recoger. Le dije a mi madre sobre la fiesta y acepto, confíaba en Taehyung con los ojos vendados. Sabría que me cuidará, y eso era mucho para mi, que mi madre confiará en mi novio, agradecía mucho. Aparte, no soy resistente al alcohol necesitó un acompañante.

◇

La noche cayo con la luna y sus bellas estrellas adornando el cielo. Vestía con unos jeans negros dejando marcados mis muslos gracias vacaciones en el gimnasio. Con una polera negra y unas timberlands. La loción de lavando estaba impregnada en mi piel.

Tocaron el timbre. Me puse un perfume fuerte mientras que escuché la puerta siendo abierta y la charla de mi madre con mi novio. Mi madre sabía que era homosexual y me acepta tal y como soy. Es la mejor madre.

—Vámonos —me encontraba bajando las escaleras tocando ligeramente la pared.

—Oigan, cuídense —empezó a decir mi madre—, Jungkook, no llegues muy tarde y avisa cualquier cambio de plan. —me dio en advertencia fulminando con la mirada.

—Si madre, adiós. —cerré la puerta y nos pusimos a caminar, no teníamos auto por ser menores de edad todavía.

—Bueno eres lila.

Entralazamos nuestras manos, a pesar que mi mano era grande, la de Kim un poco más, y podía envolverla sobre la mía. Siempre sentí que me protegía de alguna forma. Por lo cual, una de mis acciones favoritas era tocar su mano. Era tan placentero.

Siempre sentí que tenía alguien para mi, y no debía temer...

—Si, lo sé... —colocó su cabeza en mi hombro.