29 • Desorden •

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Faceta...

" Jungkookie puedes hacer las compras de la semana, hoy saldré y debemos llenar esa despensa, ¿Está bien, cariño?".

Esas fueran las palabras de mi madrina para que esté ahorita buscando un buzo cómodo y que convine con mi sudadera amarilla con gris.

¿Tanta ropa inservible y antigua tengo aquí?

Podría ver prendas que no utilizaba hace tiempo pero seguía teniendo un espacio en mi ropero todavía.

Al tener mi ropa lista, cogí las llaves y salí al super para ser una madre luchona yendo de compras.

No sé para que compraba comida si ni la comía correctamente.

Tomé un taxi para irme.

Cereales, cereales, cereales solo se veían en este pasillo. Siempre me gustaron mucho los cereales pero mi favorito no lo veía. 

— ¿Dónde estás? —seguía mirando en las repisas y no lo encontraba.

¿Cómo no podían estar mis cereales de chocolate por aquí?

Mire izquierda, derecha, abajo y arriba... ¡Arriba!

— ¡Cereal! —grite al verlo, pude ver como algunas personas detuvieron su caminata para ver el dueño del grito. Yo.

Me paré de puntillas y agarrarlo, mi estatura ayudaba pero me aferre tanto al estante que tambaleo y baje antes de caerme, pero ya era tarde pise mal y con eso muchos cereales encima mío.

— ¡Auu~! —gemí de dolor. Sobe mi trasero mientras en el suelo agarraba las cajas de cereales tiradas.

— Así que tu eras el del gemido. —voltee a ver de quien provenía la voz— Ahora te haces cargo de mi erreción, bebé.

Mis ojos se abrieron al entender sus palabras, mis mejillas se sonrojaban. Agarre una caja de cereal y se la tiré.

— ¡Auch! Era broma, Tonto —estaba sobando su brazo izquierdo, donde le cayó la caja de cereal.

— ¿Qué haces aquí?

— Pues fíjate que vine a que aquí para que me lustren los zapatos inexistentes que tengo.

— Tu sarcasmo y tu pueden irse derecho a la salida. —la señale otro pasillo.

— No creo bonito, desaparezco un segundo y ya andas haciendo travesuras. —se acercó a despeinarme.

— Bueno, adiós. —moví mi mano en despedida.

— No me iré debo hacer compras, idiota.

Ahí fue que me acorde que estaba dialogando —si se podría decir—, con el mayor inútil "Park JiMin".

Solo bufé y me levante para ordenar el desastre que hice.

Soy un desastre, haciendo desastres.

— ¿Tienes para irte? —me preguntó el rubio.

— Si te refieres a un auto, no. —acomode la última caja de cereal tirada.

— Te llevo.

— No, gracias. Existen taxis para eso.

— ¿Temes a algo o qué?

¿Temer? No, ¿de qué?, no.
Solo no quiero ir con él.

Tomo de muñeca para ir corriendo a la salida.

— Sigue navegando en tus pensamientos, pero el barco ya se va.

¿Qué?

— ¿Sabes? Vamos a un lugar, ya se me quitaron las ganas de comprar.

— ¡Tonto, espera! —me tomo fuerte de la muñeca para salir corriendo.

— ¡Corre! —pasamos la salida hasta llegar afuera y quedar al frente un auto negro.

Todavía era temprano por el cual suponía que no habría ningún problema.

Si existía un problema, bueno ahora dos. Uno, no quiero ir con Park, segundo, el problema soy yo.

— Sube. —me abrió la puerta de su auto.

Prefería estar en mi cama odiandome ahorita mismo.

— Idiota, después piensas de tu existencia, ahorita, sube. —y subí.

Deje las bolsas de compras a un lado y me dedique a apreciar la vista mediante el vidrio. Podía sentir la miraba del rubio cada cinco segundos en mi.

¿Por qué lo hace?

Paró el auto y tiró de su cabeza para adelante sin motivo alguno, algo estaba mal, me tense.

Quería animarlo pero no podía estaba nervioso, solo me quede mirando como ahora tú tenías un debate mental. Tu existencia. Quería hablar pero las palabras no salian.

¿Estás bien? ¿Puedo ayudarte? ¿Tonto, puedes sonreír?

Alce mi mano para tocar tu hombro y darle apoyo así, pero apenas sentiste el toque empujaste mi mano.

¿Qué te ocurre?

— Jeon, disculpa pensé que podría pero soy un estúpido —empezaste hablar mientras te escuchaba atentamente—, lo que quiero decirte es que bajes de mi auto, ahora.

Desde un principio no quería compartir tiempo contigo, así que debía sentirme feliz, ¿no?

Pero algo crujía en mi ser, en mi interior, sin avisar y final.

Mis ojos se aguaron pero no fue impedimento para tomar mis bolsas, bajar del auto cerrando bruscamente la puerta y caminar furioso a mi casa.

Deje las bolsas en la mesa y corrí a mi habitación para encerrarme a llorar, para olvidar que fui... ¿Rechazado? ¿Botado? ¿Desechado?

¿En serio creías que JiMin quería pasar tiempo contigo, Jeon?

Pero vamos, sabemos que ninguno de los dos queremos compartir nuestro tiempo, es muy valioso para gastarlo entre nosotros.

El timbre sonó...

No necesito lastima ahora.

————————
Algún día entenderán el por qué de JiMin.

Bueno bye.

NayMin ❁ .

『Amor por Casualidad』[JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora