27 • Equivocar •

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Conocerte...

Sonó el timbre, no quería que diera el receso ya que cuando finalizara llegaría el ensayo del baile y no quiero ir.

— ¡Hey! —sacudió mi hombro el pelinegro.

— No quiero salir —acosté mi cabeza en mi brazos sobre la mesa.

— Recuerda hoy es el segundo ensayo.

— No quiero salir. —repetí de malos ánimos.

— Debes ensayar el baile, Jimin ya te ayudó en los que te confundía. —dijo con una sonrisa adornando su rostro.

Una que quisiera lograr imitar a la perfección, o sentir.

¿Cómo se siente sonreír sinceramente con felicidad?

— El baile no es lo mío. —voltee mi rostro dándole la espalda.

— No eres tan malo, hay pasos que te confundes pero lo lograrás. —dió masajes en mis hombro.

— No, no y no. —suspire.

— Estaré ahí para ayudarte.

— No, no soy bueno en el baile y nunca lo seré.

— No te rindas. —seguía haciendo presión.

— ¡Ya me rendí! ¡Malograre el baile! —voltee exasperado.

— Solo falta práctica.

— ¡Ya, cállate! Déjame... solo. —dije para ver como se paraba para ir al receso sin mi.

Disculpa.

Puse mis manos en mi rostro, me empezaba a despeinar. Me enoje conmigo mismo, por ser un débil y rendirme tan rápido, por no seguir peleando pero vamos, seguir mintiendo que podré bailar al nivel de ellos... No.

Estaba ahí mirando la ventana, como la luz de esta se atravesaba por vidrios y iluminaba el suelo de aquel salón que ahora se encontraba vacío excepto de una alma que no sabía que hacer con su vida.

Mi celular vibró, me fijé en las pantallas para ver un mensaje de Hoseok, lo desbloquee por la curiosidad.

"Ven ahorita a la sala de baile, tu amigo se lastimó

Soy Jimin".

Fue solo una oración la cual hico ahora preocuparme, mi pulso se aceleró pensando lo peor. Debía ayudar a mi amigo que mis estúpidos problemas míos.

Corrí y corrí viendo como muchos alumnos se encontraban caminando por ahí, vi la sala de baile y me dirigí ahí para después abrirla, lo que vi no fue exactamente lo que espere... tal vez espere ver a Hoseok ahí en el suelo sobando su tobillo o algo por el estilo pero no era nada que tenía algo de parecido a lo que me imaginaba. Un rubio en la sala bailando pero ahora me miraba fijamente a mi.

— Viniste —pronunció caminando hacia mi.

— !¿Dónde está Hoseok?! —grite.

— En el baño.

— ¡¿Qué le hicistes?! —me acerque a él molesto.

— Yo, nada, solo vino y me dijo que no vendrías. —se dirigió a tomar su botella de agua.

— No entiendo, ¡¿Dónde está Hoseok?! —él solo sonrió.

— ¿Por qué no querías venir a bailar?

— No te interesaría.

— No me interesa TU —enfático—. Pero eres ya importante en el baile, lastima.

『Amor por Casualidad』[JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora