18 • Trabajo •

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... Vida.

La alarma sonó haciendo retumbar el sonido en toda mi habitación. Dejé el computador con el cual estaba jugando online. Me dirigí a mi closet para ponerme un buzo cómodo, un polo blanco con tennis del mismo color.

Bajé, alcancé las llaves y salí de mi "Casa", para irme donde Hoseok. Los pasos se hacían infinitos cada vez, miraba los semáforos cambiar por otro color común por momentos, la brisa en mi rostro, mi sombra -fiel acompañante-, al rato los pasos eran menos debido a que estaba cerca a la casa de mi amigo.

Pude notar la casa pintada de color perla abundar por las paredes, flores acompañando el pasto, ventanas abiertas. Me acerqué a la puerta de madera lisa y brillante de color marrón oscuro para tocar el timbre, sonó un "Tin" para que después saliera una agradable chica mirándome por un momento arqueando su ceja.

— Amm... ¿h-hola? —mi voz cambio a una más aguda, solo me pasaba con las personas extrañas.

— Hola. —sonrió— ¿A quien buscas?¿Hoseok?

Solo asentí. La chica tenía apariencia muy simpática, llevaba un polo grande que quedaba por los muslos junto con shorts, su cabello marrón ondulado con juntaban con la diadema puesta, era linda.

— Ouhh... ahorita lo llamo. —sonrió y se alejo del marco de la puerta haciéndolo que se juntara.

— Hola. —pronunció Hoseok llevando todo su peso sobre mi.

— ¿Ya? —lo quite de encima mío.

— Bueno entra a "My house". —me hablo con acento gringo.

— Bueno hagamos el trabajo rápido.

Su sala no era muy grande, pero si la apropiada para que estemos cómodos, me senté en el sofá con Hoseok haciendo lo mismo. Suspiro el pelinegro para ofrecerme el control remoto para ver la televisión.

— El trabajo. —le dije negando el control remoto.

— Okey... —se paro del sillón yéndose para atrás donde se encontraba una mesa de vidrio con sus respectivas sillas.

— Siéntate —me dijo, obedecí—. Traeré materiales.

Solo asentí viendo cómo se iba. La chica volvió con audífonos a la sala pose mi mirada sobre ella. seguro era su hermana, tenia un gran parecido físicamente. Aquella chica se sentó en el sofá con su celular en las manos, nunca me miró algo que no entendí.

Hoseok se demoraba y con ella, la chica por fin supo de mi existencia en la mesa.

— No sabias que estabas aquí. —dijo sacándose un auricular.

— Amm si... —junte mis manos por los nervios.

— Es que... pensé que... tu en la habitación de... mi hermano. —soltó una pequeña risita nerviosa.

— Y-Yo amm no —me reí nerviosamente, empezaba a sonrojar mis cachetes sus comentarios.

— Es que Hoseok es gay, y no creo que tu seas su excepción. —rió al ver mis ojos agrandarse.

Hoseok y yo nunca hablamos sobre nuestras orientaciones. Soy muy cerrado por lo que no sabía que era gay, pero supongo que lo suponía de mi.

Descubrir a un gay no era tan difícil, ¿no?

Me quedé sorprendido al saberlo, pero por un lado también mal, no gane toda su confianza para que pueda decírmelo pero yo no tengo nada que reprochar.

No lo sabias, ¿no? —hablo para que terminara de navegar en mis pensamientos.

— No... —baje ligeramente mi cabeza.

『Amor por Casualidad』[JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora