Capítulo final: Non, Je ne regrette rien.

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—¿Vas a ir con él? —preguntó Viktor con cierta molestia.

Yuri negó mientras miraba a donde se había ido Jean. —Esto es... lo mejor para los dos... Él no tiene un futuro a mi lado. —dijo sintiendo como sus ojos se cristalizaban.
—No entiendo que te pudo gustar de él.
—¿De verdad quieres saber? —cuestionó Yuri con una leve sonrisa forzada.
—Por supuesto, hace un año decías que lo odiabas a muerte y hoy lloras porque lo "amas", realmente no entiendo que puede gustarte de alguien tan egocéntrico.
El rubio cerró los ojos soltando un pequeño suspiro, estaba harto de que todos juzgaran tan a la ligera a Leroy. —Pocas son las personas que se toman el tiempo para conocerlo realmente... Él es el hombre más maravilloso que he conocido... Es increíble ver tanta humanidad en una sola persona, tanta calidez, JJ es mejor que cualquiera de nosotros.

Viktor lo miró confundido.

—No solo hablo del patinaje, Jean es un ser tan caritativo —aclaró su garganta y esbozó una amplia sonrisa al mismo tiempo que limpiaba un par de lágrimas que recién brotaban de sus ojos. —Con una llamada era capaz de alegrar mi día... Con un abrazo todos mis miedos desaparecían... Con un beso era suficiente para hacerme saber que nunca más estaría solo... Incluso pudo amar a un adolescente caprichoso como yo, pudo amar a alguien despreciable que siempre lo trató como basura. —recargó su espalda contra la pared y bajo la mirada. —Viktor... No puedo olvidarlo... Lo necesito a mi lado como si de respirar se tratase.
—Eres un idiota.
Volteó a verlo totalmente sorprendido, era la primera vez que el más alto le decía así.
—¿Qué?
—Yuri, si lo amas de esa manera ¿por qué no vas a buscarlo?
—Pero...
—Está bien, te mintió. ¿Por qué no lo hablan? Dile lo que sientes o te arrepentirás el resto de tu vida por no haberlo intentando.
—Creo que es la primera vez que dices algo coherente, anciano.
—El amor te hace madurar.
—Y olvidar las promesas que haces. —gruñó.
—Nunca vas a perdonarme, ¿cierto?
—Ya veré. Lárgate con el cerdo antes de que se ponga a llorar por tu ausencia—se colocó la capucha de su sudadera y caminó a la pista, pensando seriamente en las palabras de Viktor.

El mayor soltó una pequeña risa —Nunca imaginé verte así de enamorado, Yuri, deseo de todo corazón que seas feliz con JJ. —metió ambas manos en las bolsas de su chaqueta y caminó al vestidor donde Katsuki le esperaba.

—Hablaré con él... Una vez que haya terminado el Grand Prix —echo un último vistazo a su alrededor. —Gracias a este deporte lo conocí... Otro motivo más para amar el hielo. —dijo para sí mismo mientras se ponía en cuclillas. —Mañana se decidirá todo, mi carrera y mi vida amorosa se decidirá en este recinto... —suspirando dejo un beso sobre el frío hielo de la pista y después se dispuso a salir del lugar para ir directo al hotel.

Jean estaba frente a sus padres y hermanos, era momento de confesar todo; sus sentimientos por el pequeño ruso y la boda cancelada.

—Mamá... papá —dijo nervioso.
—JJ habla de una vez, después de verte llorar de esa manera nos tienes muy preocupados —toda la familia estaba realmente preocupada por el "rey", después de que una crisis nerviosa impidiera que éste siguiera con su entrenamiento de esa mañana.
—Terminé mi compromiso con Isabella —confesó tajante ante la mirada incrédula de todos —Jamás la amé... Solo estaba con ella por la fundación... Yo... a quien verdaderamente amo es a Yuri Plisetsky.

El lugar se quedó en un profundo silencio, a pesar de sentirse nervioso no le importaba la respuesta de sus padres, jamás se sentiría avergonzado por amar a Yuri.

El padre de Jean se puso de pie y tomó a éste por sus hombros, mirándolo directamente a los ojos.

—Si esto era lo que tanto te estaba agobiando debiste habérnoslo dicho desde el momento en que te diste cuenta de tus sentimientos —dijo para después abrazar fuertemente a su hijo.
—¿No... estás molesto?... —preguntó temeroso.
—Eres libre de amar a quien quieras... No debe de importarte la opinión de nadie, yo te amo, eres mi hijo y lo que más deseo es tu felicidad.
—Papá... —musitó sintiendo un nudo en su garganta.
—Confía más en nosotros, somos tu familia y estamos orgullosos de ti, mi pequeño JJ... —la mamá del pelinegro se acercó a ambos, abrazándolos.

JJ se soltó a llorar como si de un niño pequeño se tratase.

Stupid Liar │ PliroyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora