A pesar de haberla oído varias veces su cabeza aun no procesaba del todo la noticia, era como si su consciente quisiera impactarlo contra la realidad al tiempo que su subconsciente lo trataba salvar de lo que le estaba ocurriendo; Temo seguía quieto, sentado frente al hombre que le dio la vida ambos destruidos, quería hacer tantas cosas aun cuando su cuerpo no reaccionaba en lo mínimo, permanecía inmóvil viendo a su padre con toda la incredulidad del mundo, tenía en brazos a Lupita que compartía la tristeza de todos sin entender aun que pasaba, acariciaba la barba de papancho y desde la muerte de su última esposa, ni Temo ni Lupita lo habían vuelto a ver llorar, hasta hoy.
- Pero Julio se va a poner bien, ¿verdad papi? - la niña se aferraba al cuello de Francisco mientras él asentía en automático por mero consuelo.
- Si hijita, ya está en tratamiento y solo queda esperar - un beso a la cabeza de la niña y el silencio volvió a reinar.
Cuauhtémoc deseaba con todas sus ganas decir algo que confortara a todos, sin embargo su voz no reaccionaba o quizá era la manera de ignorar el problema, si no lo decía él no se hacía real en su mente. Caminó hasta su padre y lo abrazó por detrás juntando aun más a esta parte de su familia, no diría nada por respeto y porque deseaba con toda su alma que terminara bien.
- Hijo... ¿cómo te fue?, vi que no llegaste y pensé que algo...
- No para nada papá, - ahora se sentía culpable de sumar otra preocupación a la ya de por si revuelta vida de su padre - todo estuvo bien... es solo que no quise molestar con mi llegada y de haber sabido todo hubiera llegado antes y ayudarte con Lupita o con Julio... - se quebró su voz - lo siento papá, lo siento mucho, debí...
- Todos debimos hijo, - esa voz ronca nunca se le olvidaría a Temo - debimos haberle hecho mas caso a eso que le pasaba a Julio, las infecciones seguidas, las fiebres que no se quitaban, esa flacura tan rara que tenía, su nariz sangrante...
- Nunca lo hubiéramos descubierto - y era cierto, nadie en la familia esperaba esa noticia.
- Leucemia, mi hijo tiene leucemia...
Y otra vez con solo decirlo el ambiente se tornaba tétrico, triste y oscuro. Para Temo la culpa lo estaba matando, al tiempo que su hermano caía grave en el hospital él solo se preocupaba de besar a quien fuera, en serio, quien fuera.
Duraron un rato escuchando como Pancho tendría que volver al hospital para estar junto a su hijo como su único padre, sus hermanos mayores ya se habían reunido en la oficina para organizar la empresa para que todos estuvieran al pendiente de Julio y lo que más le preocupaba era saber que Lupita también sería sometida a varias pruebas para descartar que no sufriera la misma enfermedad pues eran hermanos gemelos a fin de cuentas.
- Entonces te vas a quedar solo por hoy Temo - Papancho ya estaba listo, bueno la verdad no lo estaba y solo pretendía fortaleza frente a sus hijos - mientras llevo a Lupita quien si todo está bien - pasó saliva preocupado al decirlo - mañana se regresa a la casa.
- Quiero ver a Julio papá.
- Todavía no Cuauhtémoc, te prometo que cuando todo este bien - otro nudo en la garganta - lo podrás ver.
- Pero...
- Mira hijo, - le tomó los hombros viéndolo directo a los ojos - necesito que seas fuerte por ahora, eres el único que podría, quiero que cuando vuelva Lupita encuentre a alguien que la cuide - iba a responder cuando lo apretó un poco - y tus hermanos gustosos lo harían, pero Lupita te quiere mucho y ella va a ser la que más nos necesite por el lazo tan especial que tiene con Julio, más si él...
- Cállate papá - sus ojos también estaban por convertirse en cascadas - Julio va a estar bien, se va a curar y volverá a ser...
No pudo completar la frase cuando ya estaba llorando, su padre lo abrazó fuertemente y lo besó en la frente, nunca lo había besado así como ahora, como si se estuviera despidiendo. Lo acompañó a la salida mientras su hermana los seguía callada, a veces le sorprendía la madurez de esa niña.
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"¡Knock-knock!" - Fanfic ArisTemo
FanfictionVen, búscame a la media noche y toca la puerta de mi corazón. Te estuve esperando toda la vida tratando de escuchar si llegabas, ahora solo toca más fuerte "toc, toc" y te juro que abriré el alma con todo mi amor.