Estaban por entrar al primer partido oficial del equipo de básquet, estaba nervioso ya que nunca había jugado frente a tantas personas, no era lo mismo que sus hermanos o su papá, la diferencia era que alguien esperaba algo de él, no se refería a ganar el juego él sentía que no podría defraudar a Ari con el partido después de que supo que se golpeó con Antonio por defenderlo la vez del pelotazo en la cara. Escuchaba el grito de sus hermanos entre el público y la cabeza estaba dándole vueltas.
- Tranquilo Cuauhtémoc - Diego llegó de sorpresa con una botella de agua - lo harás bien, siempre has sido bueno y ya es justo que los demás vean lo extraordinario que eres en el básquetbol.
- ¿Y si me equivoco? - soltó muerto de miedo - el equipo perdería y...
- Te va a ir bien Cuauhtémoc - trataba de calmarlo - solo imagina que estás jugando con tus hermanos en el parque de por tu casa.
- Pero...
- Pero nada Cuauhtémoc, vas a ser reconocido como lo mereces - y le dio un abrazo como solo un verdadero amigo podría - y al fin sabrán que puedes ser bueno en muchas cosas.
- Ejem - una tos nada discreta los interrumpió, era Ari - ya es hora Temo.
Tomándole los brazos lo encaminó directo a la cancha, no sin antes mirar de reojo a Diego que solo atinó a gritar.
- ¡Suerte Temo!
Asintió lleno de dudas y de algún modo el que Aristóteles lo apretara de los brazos le daba algo de confianza; la cancha estaba casi vacía pues era solo un partido amistoso entre la secundaria rival y la suya, uno que otro despistado que se quedó a ver y los amigos de cada uno de los jugadores que los apoyaban, no podía faltar Diego que hasta convenció a sus nuevos amigos del fut de que apoyaran a Temo, en definitiva se iba a morir de los nervios antes de iniciar el partido.
- Solo has lo que sabes hacer y todo saldrá bien - escuchó el susurro de la voz de Córcega en su oído.
Al final del último cuarto la cancha estaba abarrotada, toda la escuela o casi toda había ido a ver a Cuauhtémoc López el chico prodigio del básquet, cada pase hacia él era garantía de canasta, limpias sin rodeos y sin fallos. El equipo contrario se había concentrado en marcarlo, sin embargo Ari con sus dotes de líder movía a los demás para que también se lucieran encestando algunos puntos; al final la diferencia de marcadores era tan abismal que el árbitro pensaba en parar la masacre, tanto así que al silbatazo que dio fin con el encuentro todos corrieron a felicitar a Temo.
No cabía de felicidad, le llegaban abrazos y manos por todos lados, no paraba de reír, le dolía la cabeza de tanto ruido pero estaba feliz, como nunca. Lo llevaron cargado hasta el salón donde seguían vitoreando y apoyando a Cuauhtémoc, Diego lo sacudía como si lo quisiera despertar y fue tanta la emoción que hizo algo que nunca había hecho. Tomó su teléfono para apuntarse con la cámara y sacó su primer selfie de la vida, con los ojos cerrados de la emoción, una amplia sonrisa que mostraba su alegría y en la cima de sus compañeros que lo veían ahora como alguien de valor; la publicó sin nada que esperar o temer.
Ahora estaba en su cama, limpio, descansando, aún procesando todo lo que había pasado en la escuela, aunque algo que también lo tenía preocupado era como Ari se había desaparecido antes de terminar los festejos y que ni siquiera lo haya acompañado de regreso como siempre lo hacían; después de un rato llegó ese sentimiento que ya conocía de tiempo atrás, esa vocecita que le recordaba que al final del día estaba solo, sin nadie que compartiera sus gustos, sus triunfos o tristezas, justo ahora le hubiera gustado que su padre o sus hermanos le dieran algo de ánimos, sin embargo la realidad era que Papancho había llevado a Julio con el pediatra otra vez pues esas fiebres no se le quitaban a pesar de tratamiento.
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"¡Knock-knock!" - Fanfic ArisTemo
FanfictionVen, búscame a la media noche y toca la puerta de mi corazón. Te estuve esperando toda la vida tratando de escuchar si llegabas, ahora solo toca más fuerte "toc, toc" y te juro que abriré el alma con todo mi amor.