11.- Un "Oh-ah"

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El plazo se había cumplido y desde hace veinte minutos Cuauhtémoc López estaba esperando en el lugar indicado por Ari, obviamente había avisado a su padre mintiendo un poco sobre cual era el motivo de esta salida, sin embargo sabía que ausentarse de casa unos minutos no iban a empeorar o mejorar la vida de su hermano, simplemente cambiarían su mundo y ya con eso le bastaba.

Tal vez la chaqueta blanca de piel era una exageración pero, como dice su papá, más vale prevenir pues no sumaría una gripe a la avalancha de desgracias en su persona, había algo de gente caminando alrededor, los faroles comenzaban a encenderse consecuencia de la puesta de sol y de no ser por las circunstancias pensaría que era una tarde agradable, bah, nada más alejado de la realidad.

- "Knock, Knock"

Escuchó su voz detrás de él poniendo la primer prueba a sus impulsos, no volteó, no se movió, suspiró hondo esperando ver al Aristóteles sonriente de siempre llegar a él aunque únicamente lo sintió cuando tomó el lugar a su derecha.

- Hola Temo.

Se giró para verlo de frente y hacerle entender a su cabeza que era un chico más, sorpresa, no era cierto en lo absoluto; estaba con sus pequeños ojos mirándolo lleno de ternura, adornando la estampa con la media sonrisa que ahora sabía le gustaba de él. Llevaba un suéter gris algo nerd para él y el cabello peinado de lado, jamás lo había visto tan lindo.

- Hola Aristóteles.

Quería abrazarlo como siempre, contarle todo lo que había pasado y lo que le dijo Diego; quería regresar el tiempo a donde no dudaba en nada sobre la maravillosa persona que era Córcega y no en el desconocido que estaba presente en su mente ahora que lo veía. Tardó en hacer contacto físico producto de sus dudas, el choque de manos no se sentía como antes y ese abrazo hubiera sido más afectuoso, se sentía demasiado nervioso como para fingir que estaba bien y probablemente se le notaba pues Aristóteles habló primero.

- ¿Cómo estás?

- Bien.

- ¿Y tu papá?

- También bien - peleaba por ser tan cortante como podía, no debía decir más información de la debida hasta no asegurarse de las intenciones de su amigo.

- ¿Y Julio y Lupita?

- ¿Por qué tanta pregunta?

- Es qué... - notó el tono que usó López de inmediato así que suavizó su voz - bueno, tu padre no fue a la oficina y...

- Papá manda a mis hermanos mayores para estar el fin de semana con nosotros, - mintió sabiendo que quizá la plática iba hacia su padre y no a él - siempre lo hace así.

- Pero en el trabajo dijeron que...

- Si ya sabes qué pasa... ¿para qué tanta pregunta?

- Oye tranquilo, no te pongas así... te... ¿te hice algo? - se acercó un poco pero Temo hizo lo propio retrocediendo unos centímetros - ¿Temo?

- ¿Por qué me dijiste que no te buscara? - soltó sin mirarlo a los ojos - ¿por qué me dijiste que tú me ibas a buscar?

- Yo... Temo...

- Y otra cosa - sentía algo raro en el pecho cada que desplantaba contra Ari - ¿te puedo pedir un favor?

- Dime - otro intento de acercamiento seguido de más distancia por parte de López.

- Deja de decirme Temo.

- ¿Qué?

- Por favor, dime por mi nombre completo - tenía las manos sudando de tanto estrés.

"¡Knock-knock!" - Fanfic ArisTemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora