por lo que había visto ciel, le había agradado y podía ser que ocupará aquel afortunado futuro que le esperaba con el alfa para poder poner en su lugar todo lo que le habían robado.
Sebastián veía con tristeza en lo que se estaba convirtiendo pero no podía decir nada, básicamente estaba justificado, lo único que le gustaría saber era si ciel quería ver correr la sangre de quienes le habían hecho daño.
entró a la. habitación de ciel, como era de costumbre en la mañana, siendo al único que le llevaba el desayuno aún siendo el capitán. de aquel enorme navío.
-entonces... ¿que vas a hacer cuando vuelvas a ver a tu familia? -dijo el azabache poniendo la charola en la mesa
-los mataré.
al escuchar eso, Sebastián se había quedado frío. "¿escuché bien?" se quedó pensando el mayor algo o quizá muy sorprendido.
-¡claro que no! -dijo el menor intentando ser gracioso. -si me creiste... claro que no haré eso. lo único que quiero es que me reconozcan y eso si, no planeo ayudarlos con nada.
-la verdad si me sorprendió escucharte pensé por un momento que si, era verdad.
el menor solo sonrió y se volteo a seguir acomodando las nuevas prendas que el mayor había comprado para el.
todas las mañanas había prendas nuevas a los pies de la cama del menor era como ya una costumbre de parte de él mayor darle todo lo que no había podido tener el menor en todo ese tiempo.
el joven Ciel se estaba acostumbrando cada vez más al mayor ya que este poco a poco se estaba ganando su corazón, quitando que, aunque quisiera o no estaba ligado al mayor de una forma o de otra.
ese había sido trabajo del destino en llevarle a Ciel su luna, la persona que sería su pareja por el resto de su vida a ese lugar de mala muerte.
se sentía afortunado de que por fin sus sueños se pudieran hacer realidad, pero para esto primero tenía que informarle al mayor de cuales eran sus planes.
cuando ya estuvo muy recuperado y en buen estado de salud decidió hablar con el alfa a cerca de la profesión que quería ejercer, tenía claro que aparte de ser un omega, planeaba romper con el estereotipo que se tenía de ellos definitivamente.
al momento de escuchar las palabras del menor, Sebastián se sintió sumamente orgulloso de que las fuerzas y los deseos y sueños del menor hubiesen regresado, aparte de que se sentía muy reconfortado de que no quisiera acuchillar a sus padres mientras durmieran.
a pesar de lo que otros opinarán, el sería el primer alfa en apoyar a su omega en seguir sus sueños y sus ilusiones.
seguido de aceptar, al siguiente día llevó al omega a comprar todo lo necesario, no escatimaria en ningún gasto si de Ciel se trataba.
después de hacer algunas burlas de lo que decía y pensaba la gente siguieron su camino y sus compras, esperaban que todo eso cupiera en el barco que suponía que si, ya que era enorme.
era capaz de dejar su vida de pirata e instalarse en un lugar más adecuado para un consultorio para el omega, ya que aunque aún no se haya aclarado nada entre ellos, ambos estaban conscientes de que su destino era estar juntos.
—ciel... ¿te gustaría vivir en una casa? digo jamás te dejaría solo. —esto último lo dijo al ver que el menor se estaba comenzando a inquietar, quizá pensando en que el alfa quería abandonarlo.
—no, tu vida es el mar y... no dejaré que dejes lo que a amas quizá podría quedarme solo de aquí a que... bueno, tu sabes, soy tuyo y por lo tanto... tienes que marcarme. —el oji-azul se mordió un poco el labio. —sabes que... tengo una mejor idea. porque no, mejor me compras solo un pequeño equipo, simplemente para atender ciertas cosas y... si vemos que hay que hacer más cosas, prefiero ir a las casas de los enfermos, además no he terminado mis estudios.
—bueno, me parece muy bien. —contestó el azabache dispuesto a complace al menor en todo.
Sebastián se quedó pensando en lo que le había dicho Ciel. "marcarlo" sinceramente, no había pensado en tal cosa pero ese día se dio cuenta de que los alfas que al igual que ellos pasaban por ahí, se le quedaban viendo al cuerpo del omega con deseo mientras el oji-azul pasaba sin prestar atención.
pasaron los días y el peli-azul atendía casos menores como gripa, cortadas, lesiones que no tenían mucha dificultad.
pero en una ocasión llegó al barco intentando entrar a el y llamado a Ciel un alfa sumido en la desesperación.
—¿¡donde esta¡? ¡el doctor!
—pero... ¡¿que pasa?! —dijo saliendo Sebastián muy molesto por el escándalo.
—por favor deje venir al doctor... mi pareja... ¡se muere!
—¿como que se muere? —salio Ciel llevado por su instinto de doctor y de querer ayudar a las personas.
—e... esta dando a luz. no se que pasa, se desmayo y ¡ayude... lo!
—claro... —le dio un beso en los labios de forma instintiva al azabache y se fue tras del otro alfa.
al llegar de encontró en una escena que no se esperaba ver, tuvo que poner a trabajar su memoria ya que solo había visto hacer algo así a su mentor.
finalmente los tres pequeño si estuvieron a salvo pero... el omega en cuestión no corrió con la misma suerte, aparte de que se podía notar por la humildad de su morada que no tenía ni como pagarle al omega.
—le agradezco mucho... —decía entre lágrimas el alfa ahora teniendo que cuidar y velar por la salud de tres pequeños dos alfas y una omega de ojos verdes.
—tranquilo, no se preocupe, hablaré con Sebastián para ayudarlo en todo lo que se pueda mientras sigamos aquí y todo lo demás, medicamentos y la salud de esos tres angelitos corren por mi cuenta.
ese hombre siguió rompiendo en llanto. Quedaba claro hasta para un niño de quince años que ese alfa en cuanto sus hijos fueran unos hombres y una linda y bella mujer, este alfa correría a los brazos de su amado omega para vivir la eternidad juntos.

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I LOVE A PIRATE
Fanfictionme encanta hacer estos fics para ustedes, espero que les guste.