¿Debo ser el Rey Demonio?

Libro 2. Capítulo 2 - Cumpliendo un objetivo a medias

Ya es de mañana. La gente ya ha salido de sus casas a trabajar fuera al campo o a cuidar de sus animales. Afuera se escucha el sonido de los arboles movidos por el viento y el cantar de las aves. Sin duda, es un despertar completamente distinto que estando en la ciudad, donde en las mañanas solo escuchas el bullicio de la gente y animales domésticos.

Me levanto de la cama, miro alrededor y veo a una muchachita rubia durmiendo junto a un gato.

"Amita... oye, despierta, ya amaneció." Le dije mientras la sacudía ligeramente, a lo que ella comenzó a sentarse.

Bostezó mientras se estiraba.

"Buenos días."

"Buenos días, Nakoyo. Buenos días, Katia." Volvió a bostezar otra vez. Está medio dormida, pero nos saludó a ambos de forma educada.

Tanto bostezo es malo, me dan ganas de dormirme de nuevo.

"¡Maestro, Amita, Buenos días!" Con una alegre voz, Katia nos saludó a ambos. Amita la acarició en respuesta, luego de ella yo hice lo mismo.

Para evitar que me diera más sueño, le dije a Amita que bajaría a pedir que nos hicieran el desayuno. Cuando estaba bajando por las escaleras, sentí como la puerta de la habitación se abría y Amita iba a la que estaba al lado, donde tenía sus cosas.

Cuando estuve abajo fui directo donde el posadero y le pedí que nos prepararan un desayuno. Como le íbamos a pagar, no tuvo ningún problema.

Cuando salí al patio mientras esperaba, me encontré con Sarah, que estaba afuera practicando con sus espadas.

Realmente es una pena, hasta los diablillos hablan más con ella que yo. Me gustaría que nos lleváramos mejor, pero no encuentro la forma. Una plática no parece ser la manera correcta de acercarme a ella. Antes, cuando lo intenté de ese modo, solo conseguí respuestas cortas y cortantes, sin mucho espacio para establecer una conversación normal. ¿A lo mejor algo de entrenamiento? Parece ser del tipo de persona que se toma bastante en serio ese tipo de cosas.

Tal vez hoy en la tarde. Antes del anochecer podría ser una buena hora. Además, estos días no he entrenado ni he ido de caza, por todo ese tema de la salida y el viaje. No me vendría mal algo de práctica.

Ahora que la veo blandiendo sus espadas, es como si estuviera luchando contra algún enemigo. Un enemigo...

De pronto recordé el sueño que había tenido la noche anterior. Sobre el ataque al castillo, las personas que me atacaron y como había sido atravesado por una flecha aparentemente encantada, y esa chica. La chica de cabello verde y piel morena olivo.

Empecé a tratar de recordar cómo se veía en mi sueño. Desde el momento en que la vi, lo más llamativo de ella era su cabello verde, obviamente. Pero eso no era todo. Tenía unos ojos de color verde, del mismo verde de su cabello.

Hablando de su cabello, era largo y lustroso, pero había algo que sobresalía de él. Eran puntas, ¿sus orejas? ¿Una elfa, tal vez? Amita dijo que había elfos en este mundo, entre otras razas inteligentes, pero no solo elfos, es más, son 3 variaciones: Elfos, Altos Elfos y Elfos Oscuros. ¿Supongo que ella pertenecería a los últimos?

De todas formas, cuando desperté, en vez de pensar en ese sueño, tenía aún más ganas de llegar a Eluka que al dormirme. Supongo que la emoción de ver la capital del reino me está ganando.

Me gustaría ver las diferencias que había entre Drugi y Eluka. Probar comidas nuevas es siempre interesante, aunque no siempre placentero. Eso también quiero verlo. ¿Habrá tal vez otros tipos de semihumanos ahí? Si no me equivoco, oí decir que estaba también la cede de los paladines del reino. Sería interesante también preguntar por los monstruos de la zona y ver si el gremio tiene alguna misión disponible para alguien de mi nivel. También sería bueno conocer a alguna persona que fuera buena en la magia de oscuridad. En Drugi no había nadie que pudiera usarla, al menos eso me dijo Drakre cuando le había preguntado.