Capítulo 2~ El último de la lista.

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—Pidge... ¿Por quién sientes un amor no correspondido?

La chica puso una cara que denotaba seriedad y concentración.

¿Quién había logrado atravesar esa barrera que solía poner Pidge entre ella y las personas? Era una barrera que tenía como función el protegerla de encariñarse y resultar herida. Alguien había logrado saltar sobre esa valla y ahora no solo se encontraba lastimada emocionalmente si no también físicamente.
¿Quién era aquella persona misteriosa que había logrado llamar la atención de la castaña? No se podría decir que Pidge fuera alguien exigente o que fuera difícil impresionarla. El punto radicaba en que la atención de la chica era casi siempre para sus proyectos, en mejorarlos y llevarlos a un nivel más óptimo. Apenas dedicaba cierta parte de su tiempo a jugar o pasar el rato con sus amigos. Parecía que su relación con la tecnología era algo que ocupaba el primer lugar en las prioridades de la adolescente.
Podría ser considerada una broma de mal gusto el saber que Pidge enfermó por un mal de amores. Se esperaría primero que lo hiciera por algún fallo en sus inventos, pero no resultó así. La chica moriría a causa de alguien que no era ni un robot ni una fórmula matemática.

La pregunta de Lance hacía eco en sus pensamientos y cuando menos se dio cuenta la imagen de un chico se le vino a la mente, aquel de radiante sonrisa y cálida mirada. Pero la menor se asustó de pensar en él. No podía sentir algo más que amistad por aquella persona. El simple hecho de insinuar que se sentía atraía hacia él era incorrecto en muchas formas.

Fingió no encontrar respuesta a la interrogante de su mejor amigo negando con la cabeza. Aquel chico no era la respuesta, definitivamente no lo era.
—No tengo idea, Lance— Pidge se llevó las manos a sus ojos, comenzando a tallarlos para quitar cualquier rastro del llanto —Esto es repentino. Nunca fui consciente de que alguien me gustara, no a mí— desvió su mirada, evitando encontrarse con la de Lance—No es algo que me interese.
—Lo sé, es extraño— Lance pudo percibir que su mejor amiga lo veía con esos ojos que ponía cuando la broma no era de su agrado—¡No te pongas así! Es solo que nunca creí que Pidge Holt pudiera caer ante alguien.
—Ni yo—soltó una carcajada, pero por más risueña que esta sonó la cara de la chica no dejaba de tener ese tengo miedo escrito en letras grandes.
—¿Alguna idea?
La joven negó con la cabeza.
—Ya sé que hacer— El de piel tostada dejó la taza que contenía chocolate caliente en la mesa de noche de Katie y se dirigió a una pizarra donde tenía escrito algunas fórmulas o ajustes que debía hacer a su sistema de programación. Con una mano cambió la cara del mueble, dejando al descubierto la parte más limpia del pizarrón. Posteriormente tomó un plumón y escribió:

"El amor secreto de Pidge..."

Al leer lo que Lance escribía, la pequeña se levantó corriendo de su cama y borró con su mano la vergonzosa frase.
—¡Holt! ¡No lo borres! — se quejaba mientras que con una cara de pesadez observaba a su mejor amiga.
—¡Entonces deja de escribir cosas ridículas! — desvió su rostro mientras sus mejillas adquirían una tonalidad rojiza— Es vergonzoso.
—Tú espera y observa que iba a hacer. Ni si quiera me has dejado terminar.
—De acuerdo, continúa. Que sea una buena idea, McClain.
—Haremos una lista para descubrir quién es la persona de la cual estás enamorada.

Pidge seguía escuchando y viendo con atención mientras su mejor amigo volvía a escribir el título de aquel listado, pero en esta ocasión se le había nombrado a la lista como:

"El causante del Hanahaki de Pidge es..."

—Dime todos los nombres de los chicos que conoces y yo los anotaré aquí. Así lograremos encontrar al culpable.
—Okay, inicia poniéndote—dijo en tono decidido la castaña.
—¿Pidge?—Lance volteo a verla, dejando el plumón cerca del escritorio—Dime la verdad ¿Soy yo?—Con una mirada preocupada, tomó las manos de su mejor amiga—Porque si por mi fuera podría dejar a Romelle solo para salvarte.

Pétalos de amor: Flores de Azahar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora