Capítulo 7~ Té y girasoles.

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~Un día~

—¡Lance! — Allura seguía a McClain, intentando calmar al chico que aún seguía enojado tras la actitud de Shiro— ¡Espera! ¡Lance! ¿Por qué estás actuando de esa manera? ¿Qué tienes contra Shiro?
Parecía que la interrogante de la chica había acabado con la paciencia del muchacho, el cual se giró de manera abrupta hacía ella, contestando a su pregunta— ¿¡Tener algo contra Shiro!?— hizo una pausa, en la cual podría observarse como Lance apretaba la quijada de lo molesto que estaba— Allura, no quería decir esto pero; eres la menos indicada para opinar sobre el tema, más cuando no sabes nada. Además, solo hago lo correcto, proteger a mi mejor amiga.
—¿Proteger a Pidge de Shiro? Lance, sabes que él sería incapaz de lastimarla.
—Sí así fuera, ella no estaría en la situación en la que se encuentra.
—¿De casualidad sabes algo que yo no sepa de Pidge y Shiro?
Lance paró en seco de hablar. Parecía que su ira había hecho de las suyas al dejar que su boca revelara parte de lo que sabía sobre la castaña.
—No es nada que te concierna.
—Me concierne tanto como a ti, McClain. Soy amiga de Pidge, igual que tú. Me importa tanto como a ti. Por eso es que necesito saber ¿qué sucede con ella?
—Perdón Allura, pero es algo que ella debe decirte. No yo. Sí te tuviera confianza, ya te lo habría dicho.
La muchacha dejó ver una expresión de dolor. Lance había lanzado un gancho directo a un tema que ponía a Allura siempre en la misma encrucijada; ¿Sí era una buena amiga para Katie? La menor nunca le decía nada sobre ella. Nunca hablaban como lo harían las mejores amigas. Se sentía terrible por no poder ser un soporte, como ella consideraba a Pidge, siempre que esta la apoyaba.
Con tristeza pero exasperación por la incapacidad de poder ayudar a Holt, le respondió a Lance— Ella no va a decir nada. La conoces perfectamente. No dirá palabra alguna hasta que su problema sea tan grande que no sepa que hacer con él. Sabes que siempre se espera hasta las últimas consecuencias y cuando deseas ayudarla, es muy tarde.
—Lo siento. No puedo...—el chico no pudo concluir la frase, pues Allura lo interrumpió.
—Solo espero que estés tomando la mejor decisión al callar, Lance. Y que cuando decidas hablar, no sea demasiado tarde.

Lance iba a responder ante lo dicho por Allura, pero las palabras se quedaron solamente en sus pensamientos al visualizar a la castaña corriendo en dirección hacia ellos.

No había parado de pensar en aquella conversación.
¿Estaba haciendo lo correcto guardando el secreto de su mejor amiga?

Las palabras de Allura hicieron tanto eco en la cabeza de Lance, que no había dejado de torturarse al imaginarse lo culpable que se sentiría si lo peor le ocurría a Katie. ¿Qué cara pondría con los padres de su mejor amiga cuando ellos supieran que él no desconocía la condición de la adolescente? ¿Cómo podría volver si quiera a dirigirle la palabra a Matt tras dejar morir a su hermana?

Con el pensamiento hecho tal desastre, el celular de Lance comenzó a vibrar y a emitir un sonido que indicaba que había recibido un nuevo mensaje, sacándolo de aquel trance. Llevó su mano hasta el bolsillo de su pantalón donde se encontraba el móvil. Lo tomó y desbloqueó la pantalla, visualizando que tenía un mensaje de Hunk.

👨‍🍳Hunk🍳:
¡Oye! ¡Tú! Ven al árbol de reunión.
Es importante. 911.
Enviado 11:30
Recibido 11:30
Leído 11:31

En el mensaje, se podía observar una fotografía donde aparecía el remitente y Pidge, haciendo un gesto gracioso.
Lance se limitó a sonreír, mientras se dirigía a encontrarse con sus amigos.

Una vez que arribó a uno de los muchos jardines con los que contaba el recinto del Galaxy Garrison, visualizó a sus mejores amigos.
—¡Llegue! ¿Ocurre algo? — cuestionó Lance a los chicos.
—¡Lance! — contesto de manera animada, Hunk— Justo a tiempo. ¡Ha ocurrido algo terrible!
—Deja de darle muchas vueltas al asunto y ve al grano.
—De acuerdo, de acuerdo— tomó a Pidge entre sus brazos. Ella simplemente quería desaparecer y no ser el tema de conversación— nuestra pequeña niña— haciendo alusión a Katie— ¡Se ha enfermado, Lance! ¡Es terrible!
La expresión de Lance exhibía lo asombrado que se sentía. ¿Katie le había dicho a Hunk sobre su enfermedad?
—Hunk— la seriedad en la voz del moreno era evidente— Entonces, ¿tú ya sabes que Pidge está— no logró concluir su interrogante pues Holt le había lanzado su suéter color verde a la cara.
—Así es— comenzó a hablar la muchacha— Lance, Hunk se enteró que tengo una grave infección de garganta— esto último lo dijo a regañadientes.

Pétalos de amor: Flores de Azahar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora