Tuve que leer aquella estúpida carta cuatro veces para darme cuenta de lo que ocurría. E incluso después de haber entrado en situación, me había descolocado. ¿Qué pretendes, Albus? A este paso me acabará matando. Maldito pelirrojo. Maldita sonrisa. Y ahora, ¿Qué se supone que debo hacer? "Definitivamente. No irás."
Eso fue lo primero que se me pasó por la cabeza. Lo primero. Media hora más tarde seguía debatiendo conmigo mismo
"Ese chico está loco, Gellert. Hay tres opciones. O es una excusa para cruciarte en cuanto te vea, o está loco... o peor, te ama tanto como tú lo amas a él"
Vale, sí, es cierto que llevo todas estas noches sin dormir. Y también es cierto que Me arrepiento. Y que a pesar de ser estúpidamente orgulloso, también lo amo. Su sonrisa. Siempre lo fue. Era cálida, acogedora. Era la típica sonrisa que te hacia sentir protegido. Que estabas bien. Que no necesitabas ponerte una coraza porque estabas a salvo. Y sin embargo voy, y se la borro de la cara. No hago más que traerle desgracias al pelirrojo. Y por eso, no iré. "Claro que vas a ir, Gellert. No le hagas el feo dos veces. La última vez huiste sin más. Ni siquiera te disculpaste. ¿De verdad quieres volver a hacerlo?"
Era cierto, no quería. Es más quería ir. Pero... no puedo. No puedo dejar que sepa... lo mío. Ah, no. Si me descubre... si me descubre no haré más que daño. No puede saber mi secreto. Tengo un cometido. De eso dependo. Mi vida depende de ello. Necesito encontrar las reliquias. No puedo dejar que su sonrisa me distraiga, y mucho menos que me delate.
"¿Morirías contento sabiendo que la última vez que viste a Albus no lo viste sonreír, porque le arrancaste la sonrisa? ¿Acaso morirías tranquilo sabiendo que nunca te despediste? ¿Morirías sin saldar tus deudas? No se trata de orgullo, Gellert. Tampoco se trata de cometidos, ni misiones. No se trata se nada de eso, sino de corazón. Si has aprendido algo, házcelo saber al maestro."
Leí por última vez la carta, apretándola con tanta fuerza que la arrugue un poco.
"A pesar de todo, yo te sigo amando..."
Albus. Siempre fue un genio de las palabras. Lo peor es que yo también lo sigo amando. Lo peor es que lo echo de menos. Lo peor es que deseo morir del arrepentimiento. Lo peor es que yo mismo le quité la sonrisa, al igual que un beso, pero eso fue hace semanas. Y lo peor es que echo de menos aquel beso. Lo peor es que no me puedo sacar sus labios de mi cabeza. Es un fantasma, me sigue a todos lados. Y corro. Pero nunca escapo. No consigo huir. Corro. Pero correr es de cobardes. Correr no me sirve de nada. Puedo correr, o puedo aceptarlo. Puedo correr, y huir; o puedo ir y enfrentarme a ello.
"Entonces no hay más que hablar"
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Sorbete de Limón (dumblewald/grindeldore)
FanfictionObscurus AU. Uno nunca sabe lo que significa la palabra "amar" hasta que la siente en sus carnes.