Only Exception.

Capítulo 1- Manchester.

Hoy era el día, hoy volvía a la Universidad. Después de un largo verano era hora de volver. Salí de la regadera, me cambie de ropa, y empaqué lo que hacía falta en mi maleta.

Bajé a la cocina y encendí la cafetera, ya que eran las seis de la mañana ni mis papás, ni mi hermano se habían levantado. Poco después mi mamá apareció.

—Buenos días— Dijo besando mi cabeza.

—Buenos días mamá—Dije sirviendo un poco de café.

—¿A qué hora llega Logan?

—6:30. —miró el reloj, eran las 6:15— el vuelo despega a las 8:00 am.

Conversamos un poco más y sonó la bocina del auto de Logan; Logan es mi novio, llevamos dos años y estudiamos en la misma universidad, hoy tendríamos que tomar un avión para ir a Londres, ya que los dos somos de Manchester, y solo pasábamos el verano junto a nuestras familias.

Logan es muy apuesto, tiene cabello rubio, ojos miel, es alto, tiene un buen cuerpo y lo que más me gusta de él, me ama.

En Londres vivo sola en un pequeño apartamento con mis dos mejores amigos, Tom y Lucy. Los tres estábamos en el tercer semestre de la universidad, al igual que Logan.

—Adiós mamá— Dije al salir de casa.

–Adiós Emma, que tengan buen vuelo, me llamas cuando llegues— dijo despidiendose.

—Despideme de papá y de mi hermano— Dije a los lejos.

Llegue al auto de Logan y bajó a ayudarme con mi equipaje.

Tomó mi equipaje- Hola bebé- Me dijo dejando un corto beso en mis labios y abrió la cajuela para dejar mi equipaje.

Subí al asiento del copiloto y Logan puso el auto en marcha. El aeropuerto no queda lejos, y dada la hora el tráfico no es pesado, en media hora estaríamos en el aeropuerto. Encendió la radio.

—Me gusta mucho Manchester, pero ya extrañaba Londres— Dije acomodando un mechon rubio de mi cabello.

—Yo igual, en Londres somos más libres— Dijo Logan con una sonrisa pícara en su rostro.

Estábamos por llegar al aeropuerto, Logan aparcó el auto y salimos, más tarde su padre vendría por el auto.

Entramos y pasando todos los protocolos, estábamos en la sala de espera. Marqué el número de Lucy.

—¿Si?— dijo algo adormilada.

—Lucy, en dos horas estoy allá, así que espero que todo este en orden— reí.

—Como ordenes— rió al igual que yo. Y colgué la llamada.

—Pasajeros del vuelo con destino a Londres favor abordar— dijo una voz en el megáfono.

Era nuestro vuelo, era hora de ir a Londres.