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Muchos serían incapaces de entender el por qué acepté aquel trato con Kikuchi o por qué no he hecho nada al respecto si es que ella suele acosarme en la escuela desde la secundaria.

Sin embargo, la respuesta no es tan fácil a no ser que se pongan en mi lugar...

Todo comenzó en nuestro primer año de secundaria. Teníamos doce años, en ese entonces. Kikuchi jamás se había caracterizado por ser una mala persona sino todo lo contrario. Ella era amable y atenta con los demás, siempre se preocupaba incluso por los detalles más pequeños, tenía una sonrisa hermosa en su rostro la mayoría del tiempo; la cual por cierto se destacaba por sus profundos hoyuelos. Todos los adultos la adoraban y todos nuestros compañeros también. Como sea, eso cambió cuando su madre murió debido a un accidente y ella tuvo que mudarse con su abuela porque que su padre solía viajar demasiado por su trabajo.
Pues resulta ser que su abuela es una de las vecinas más querida de mi barrio, de hecho, ella vive justo frente a mi casa... así que Kikuchi Moa es mi vecina.

En ocasiones mis padres o su abuela solían organizar almuerzos o cenas, lo que hacía que Moa y yo nos viéramos bastante seguido fuera de la escuela, así que pude ver cómo de ser una niña carismática, amable y tierna, pasó a ser una persona fría, malcriada, insoportable, desinteresada y en ocasiones cruel; esto último se fue intensificando con el paso del tiempo.
Las primeras veces traté de entender su comportamiento pues perder a tu madre a tan temprana edad debe ser un golpe realmente horrible para un niño, y si además de eso le agregamos el hecho de que debes ir a vivir con tu abuela porque tu padre prefiere poner su trabajo por delante de ti, debe ser realmente un golpe bajo. Sin embargo, con el tiempo su comportamiento fue empeorando...; nunca fui capaz de entender realmente el cambio abrupto en su trato con los demás. Recuerdo que antes solíamos pasar mucho tiempo juntas y, de hecho, yo solía ser quien la buscaba en los recesos para jugar o hablar... yo la consideré mi amiga por mucho tiempo; incluso cuando hacía notorio su rechazo hacia mí. Eso hasta que conoció al grupo de despreciables y comenzó a hostigarme sin un motivo aparente... supongo que la primera vez que me golpeó fue cuando comprendí que ella ya no era la niña que yo conocía.
Sin embargo, jamás les dije una sola palabra de esto a mis padres o a su abuela por el simple hecho de que no quería que tuviera problemas. Moa era... un caso especial. Había días en que su humor era despreciable y se la pasaba molestando todo el día, otras veces veías a la niña tierna y amable que había sido antes de perder a su madre; y solo por esas escasas ocasiones jamás hablé con nadie. Siempre tuve la esperanza de que la chica que había conocido al comienzo volviera, además, no sería justo para su abuela saber que tiene a una idiota por nieta; los vecinos ya no la verían de la misma forma porque pensarían que no supo como criarla y eso no es justo. Su abuela siempre dio lo mejor de ella para que a Moa no le faltara nada y para que fuera una buena persona. Y sé que no falló, yo sé que su abuela lo logró, solo que el orgullo de su nieta es mucho mayor ahora y por alguna razón no quiere mostrar quién es en realidad; creo que es su manera de escudarse y protegerse.

En definitiva, conozco a Moa desde hace años, pude ver su cambio y la ambigüedad en su humor, pude ver como creció, ya que de hecho creció junto conmigo y prácticamente nuestro trato era como el de hermanos que no se llevan bien, con la excepción de que al entrar en preparatoria y hacer amistad con ese grupo de imbéciles, sus maltratos se intensificaron y comenzó a agredirme físicamente; cosa que jamás había hecho antes. Por esa razón en estos momentos la odio y la desprecio tanto, ya que se dejó influenciar por esas escorias y perdió el poco respeto y paciencia que le tenía.

Antes sus "maltratos" eran en su mayoría bromas como ocultarme cosas o insultarme y yo se las devolvía; luego comenzó a romper mis cosas o rayarlas y ya no fue tan gracioso, sin embargo, le seguía el juego. Pero el año pasado, cuando me golpeó por primera vez, sentí que algo dentro mío se rompió y la odié más que nunca. La segunda vez fueron sus amigas quienes me golpearon y ella no hizo nada para detenerlas, fue entonces cuando comencé a sentir repulsión hacia Moa. Las demás veces fueron de mal en peor, pero sin embargo allí estaba yo, soportando todo para no tener que hablar y que la idiota de mi vecina no tuviera problemas; la esperanza de que cambie es mucho mayor que el odio que le tengo. Por eso, cuando me ofreció esa "tregua" me sorprendí. Aún no entiendo a qué se refiere con eso de «ser suya», pero si eso me da una oportunidad de hacer que recapacite, aceptaría cualquier cosa.
En realidad, todo esto no es por ella sino por su abuela a quien yo quiero como si fuera la mía propia...

Sólo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora