Pasó una semana antes de que Thomas tuviera toda la información necesaria para su caso, una semana en la que cada día se esforzó mas y mas en sus entrenamientos, una semana donde se unió más con su mejor amigo Newt, sin embargo fue una semana demasiado larga para por fin comenzar su venganza.
Ahora, arreglando su maleta, sonrió al recordar como su amigo y él habían celebrado el día que Gerard les había dado la noticia de su trabajo.
Después de comer, en su hora de descanso Thomas y Newt se dirigieron a su habitación y solo cerrar la puerta ambos se abrazaron con una gran sonrisa.
-Lo tenemos, Tommy.- Le dijo el rubio.- ¿Qué te había dicho?
-Si si, lo dijiste.- Aceptó el castaño con una sonrisa.- No debo desperdiciar esta oportunidad.
-No lo haremos.- Prometió Newt, con confianza.- Ellos pagaran por arruinarte la vida.
-Y después nos encargáremos de los Hale.- Acordó Thomas con seriedad.- Todos lamentarán habernos dañado.
Volvieron a abrazarse sintiendo en sus corazones que pronto volverían a tener paz sin mounstruos para arruinar su felicidad.
()
()
()Al día siguiente, Gerard llevó a sus muchachos a su nuevo hogar, una bonita casa de la familia, estaba totalmente equipada para un cazador con fachada de civil.
-No se metan en problemas.- Dijo Gerard, despidiéndose de los jóvenes.- Ya arreglé las cosas en la escuela.- Comentó saliendo de la casa con los jóvenes.- Prometan que se cuidarán.
-Estaremos bien.- Acordó Thomas seguro, abrazando a Newt por los hombros.- ¿Cuándo vuelves?
-Una semana, dos cuando mucho.- Respondió Argent y subió a su auto, se despidió con un ademán y aceleró hacia la carretera.
Newt y Thomas se separaron para admirar su nuevo hogar. La casa era enorme, de tres plantas, un ático libre y espacioso con tragaluz, un sótano especial para criaturas sobrenaturales, seis habitaciones con baños, una gran biblioteca, garaje con dos autos, un jardín con tipos diferentes de flores, su fachada era como la de una gran mansión, de pulcro color blanco; por dentro los pisos eran de azulejos, muebles antiguos, paredes en tono beige y una escalera que parecía infinita.
Sin embargo, no tenían ni un poco de despensa así que tuvieron que ir al supermercado mas cercano a abastecer sus estantes.
-Las oreo son mejores.- Puntualizó Newt poniendo varias cajas de galletas en el carrito y sacando las galletas Graham de Thomas.
-Eres un niño.- Afirmó el castaño cuando vio a su amigo poner pastelitos y botanas de queso en el carrito, ya se encargaría de controlar el consumo de chucherías del rubio. Tachando varias cosas de su lista de compras escuchó como la voz de una chica gritaba por el pasillo, la ignoró y comenzó a buscar pan integral en las repisas.
-¡Stiles!- Gritó Lydia corriendo rapidamente hacia Thomas y abrazándolo.- ¡Eres tu, estás bien!
-Linda, creo que te equivocaste de persona.- Habló Newt ayudando a Thomas a librarse de los brazos de la pelirroja.
Ambos sabían bien quien era, la banshee de la manada de McCall, una de las culpables de sus malaventuras.
-¿Pero... Stiles?- La voz de Lydia salió rota y desesperada.- Soy yo... Lydia.
-Pues yo no soy quien buscas.- Se rio un poco el castaño.- Soy Thomas.
Sin despedirse, los chicos se marcharon dejando aturdida a la joven.
-Que buena actriz.- Se burló Newt.- Estuve a punto de creerle.
-Lo sé.- Siguió Thomas, riéndose.- Parece que los mounstruos se preparan bien, incluso lloró al final.
Con risas y bromas ambos jóvenes siguieron con sus compras, en tanto Lydia alertaba a la manada.
Stiles había vuelto... ¿No?
-*-*-*-*-*-*-
Yupiiiiii, aquí otro capítulo cariñitos, nos leemos pronto. Pasen por mia otras historias y recomiendenme algunas, ¿Si?
Xx. ❤️
ESTÁS LEYENDO
Stiles no, Thomas.
LosoweCuando Gerard atrapó a Stiles y lo golpeó frente a Erika y Boyd, no tenía idea de que podía causar tanto daño a la manada de Scott y Derek, por eso al darse cuenta del dolor que impondría ante los lobos ideó el plan macabro mas efectivo de su vida...