Capítulo 8 - Bosque

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Retomamos el avance entre la espesura del bosque nuevamente. Bylanz iba delante, mostrando el camino a seguir, y yo caminaba unos dos metros detrás de él, andando con el largo bastón de cristal brillando en la mano.

Ésta vez atravesábamos el bosque mientras la tarde llegaba a su final, acercándose el anochecer. En cierto modo no notaba el paso de las horas ni el ciclo entre día y noche, además de que el techo de árboles y hojas que se extendía sobre nosotros no permitía ver con claridad el cielo, así que, en realidad ni siquiera me había dado cuenta cuando, luego de caminar un momento, el sol se acabó de ocultar llevándose su luz, entrando por completo la noche.

El bosque se hallaba bastante más frío y notablemente más silencioso bajo el manto nocturno y el cielo estrellado que apenas se dejaba ver a través de las hojas de los árboles. A medida que avanzaba más la noche, la mayoría de los característicos sonidos de los animales durante el día ya habían desaparecido, dando paso a un forzado silencio tenebroso, que se interrumpía solamente por el ocasional sonido de algún insecto, por el silbido del viento entre las copas de los árboles y las hojas, y por nuestros pasos sobre la vegetación. Pronto el silencio fue desplazado también por la voz de Bylanz.

—Creo que es momento de que te diga a donde vamos, ¿no? —Dijo sin voltear a mirarme y sin detenerse.

—Pues sí, eso sería bueno, ahora que lo mencionas —Respondí con fingido desinterés. La verdad es que estaba ansioso por saberlo—, llevo un tiempo preguntándome eso. Para ser especifico, desde que comenzamos a caminar.

Bylanz sonrió y siguió caminando en silencio por un momento.

—Bueno, deja que te cuente algo más —Dijo luego de pensar por un momento—. Al despertar por primera vez, pudiste ver una batalla, ¿No es así? —Preguntó, como si estuviera adivinando mientras hablaba. Respondí asintiendo con la cabeza, un poco sorprendido de que supiera eso—. Pues bien, lo que pudiste presenciar no fue algo al azar, fue un evento de mucha importancia. Estuviste presente, y en primera fila, en la batalla entre el último portador del silencio y Sorcim. Estuviste en la pelea final de esta etapa de la guerra, la misma que le dio la victoria a Sorcim y a las fuerzas del Caos, razón por la cual nuestro mundo ahora se encuentra bajo el control del caos hasta que este sea vencido por el nuevo enviado del Silencio. Y ambos ya sabemos quién es —Dijo mientras me señalaba con una mano y su sonrisa se ensanchaba.

—Es decir... ¿¡Se supone que yo tengo que vencer a Sorcim!? —Pregunté, alarmado mientras recordaba aquel poderoso guerrero con su enorme armadura negra y su imponente espada de piedra—. ¿Es eso posible?

—Sí, ¡claro que lo es! —Respondió el anciano, animado—. Pero no ahora mismo. Hay algo muy importante que se debe hacer a fin de que reúnas poder suficiente para hacerle frente. Verás, luego del momento en que Letcitus y Sorcim murieron, hace miles de años, su fuerza, conocimiento y recuerdos no fueron depositados en las armas en su totalidad. Más bien, sus esencias fueron divididas en tres piezas cada una —Bylanz levantó una mano con tres dedos extendidos—. Tres fragmentos con forma de cristales que fueron esparcidos por la tierra, llamados Gemas del Silencio y Gemas del Caos respectivamente. Una de ellas es la que conforma las armas, en tu caso, se trata del diamante del que está hecha Diamcitus. Es decir que, con solo tener el arma ya tienes una de las gemas, la que se encarga de darle su poder. Pero aún hay dos que faltan por encontrar. Sólo cuando tengas las tres tendrás el poder suficiente para enfrentar y vencer a Sorcim, quien ya ha reunido hace tiempo las tres gemas del caos. Además, cuando las consigas recuperarás algunos recuerdos que servirán para aclararte las cosas aún mejor.

Me quedé pensativo y callado luego de escuchar esto. Ahora mismo no me sentía ni de cerca capaz de hacerle frente a Sorcim. Pero, según lo que decía el hombre, luego de recuperar "mi poder" sería posible. Deseaba creer que eso era cierto.

El misterio del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora