PERDIENDO MI NORTE (Taejin/Kookjin)

스물 넷

Taehyung
«¿Cuántas veces más debo sentir este punzar en el pecho?»

La primera fue cuando inexplicablemente tome las llaves de mi auto y me dirigí hacia la casa de Jin. Mi cuerpo imploraba su presencia de una forma un tanto aterradora.

Vaya decepción al no hallarlo, y peor aún escuchar se había ido a una fiesta con su fantoche novio.

Y maldita sea, después de un cuarto de hora ya estaba estacionado fuera de la famosa fiesta. No fue difícil hallarla, basto con recordar las cuantiosas invitaciones que recibí durante esta semana por parte de diferentes chicas insistentes en llegar a esta colgadas de mi brazo.

Después de caminar de habitación en habitación rodeado de ebrios y chicas desesperadas por llamar mi atención, finalmente encontré a Jin.

Fue allí donde la segunda punzada llegó, aunque esta vez se sintió más como un disparo.
Sus labios rojos, gruesos, suaves y dulces... estampados en los de otro hombre el cual parecía una sanguijuela sedienta por extraer hasta la última gota de Jin.

Mi sangre en plena ebullición por ira, no me permitió pensar en nada más que arrancarlo de los brazos de ese otro.
Hubiera golpeado al imbécil de no ser porque mi enojo va orientado con cizaña a Jin. Era el culpable de hacerme sentir esa desagradable sensación de opresión en toda mi anatomía.
Por ello no me importó si lo estaba lastimando mientras lo arrastraba camino arriba a un lugar donde nadie puediese defenderlo.

Dentro del cuarto él corrió al otro lado, observándome de manera arrinconada y temerosa, viéndose tremendamente indefenso. Como si no hubiera hecho nada para merecer mi rabia.

Con las manos en puños y mirándolo enojado me pregunto:
¿Cómo se atrevió a besarlo? ¿Cómo pudieron sus labios tocar otra boca?
¿Cómo puede hacerlo cuando esos labios y todo él es...?

—Mío—murmure minutos después, minutos en los que la furia murió en el incendio de tener su delicada figura bajo mi cuerpo, bajo mi boca desesperada por marcar su piel perfecta, aterciopelada y tan dulce en cada lamida que le di, bajo mi polla dura ansiosa de entrar en él y hacerle saber sus suspiros, gemidos y caricias deben ser exclusivamente para mí.

Lo que hubiera dado por estar durante más tiempo entre sus brazos.
Aún maldigo y les deseo la muerte a todos aquellos que se entrometieron.
Y en especial a este chico frente a mí, Jungkook.

Tercera punzada en el día.
No puedo explicarlo, pero hay algo en la manera en que este tipo ve a Jin y la forma en la que este le devuelve el gesto. Ese algo me quema y arde en la boca de mi estómago porque sé que Jin nunca me mira con ese fulgor.

—Necesito me sueltes—le pide Jin.

Quiero saber quién es ese chico y que significa para Jin, no obstante ahora es más urgente deje de tocarlo, me enerva de sobremanera verlos tan cerca.
Empujo al chico sin pensarlo dos veces.
—Alejate de él—espeto amenazante.

Jin libera su brazo y de inmediato viene a interponerse entre nosotros, ya que el tal Jungkook reacciono a mi ataque sujetandome del cuello de la ropa con ambas manos, acto que copio con la misma violencia que él.

—Taehyung dijiste que no...
—Dije que lo intentaría—rebato.
—Taehyung, por favor—insiste mirándome suplicante.

En cualquier otro momento ya tendría al nefasto con varias costillas rotas y rogando por su vida.
Sin embargo en este momento no puedo moverme si Jin está en medio, no me arriesgaría a herirlo en un descuido durante la pelea.
Termino cediendo a su petición.

—No soy el único buscando pelea—le informo.
—Jungkook—le dice suave a él y esto parece calmarlo también pues me suelta.

—¡No puedo entender porque demonios te comportas así!—me reclama Isseul muy exasperada y después gira sobre sus talones yéndose hecha una furia.
—Isseul—Jimin intenta en vano detenerla.