Capítulo 7: El inicio de las vacaciones

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Cuando llegaron a la casa Emma pudo ver que el vecindario no estaba tan mal, la casa ciertamente no era su mansión, pero era bonita, grande y acogedora. Bajaron del auto todos, después de un camino largo y silencioso.

Fueron Daniel y Harry los que bajaron su baúl del carro y quienes lo metieron, ellas se los agradeció con la mirada. Pero de ahí ya no sabían a donde ir. Harry quería pensar en cómo se habían organizado sus tíos, pues su habitación era muy pequeña para los tres, además sabía que a Emma le gustaría tener su propio espacio.

Su tío Vernon se volteó a verlos cuando cerro la puerta, frunciendo y ceño y con la cara roja. Los tres prácticamente dieron un paso para atrás, porque parecía un toro furioso a punto de embestir.

--- Ahora sí mocos, después del numerito ese en la estación... --- empezó a decirles, pero Daniel levanto una ceja mirándolo retadoramente, no se iba a intimidar por un hombretón gordo y que muy apenas podía moverse --- les diré las reglas de mi casa, por petición de su tía ustedes dos y no me interesa su trágica historia...

--- Ni a mi contarla --- dijo Emma rodeando los ojos, tampoco sin intimidarse, su tía la miro mal.

--- Se podrán quedar con nosotros, pero no quiero truquitos de magia baratos o cosas extrañas pasando alrededor --- les acuso señalándolos, los tres asintieron con una mueca --- si los vecinos preguntan, vivían con otra tía y ahora se vinieron con nosotros, sin dar más explicaciones, ¿queda claro?

Daniel apretó los puños, no le gustaba el tono que usaba Vernon para referirse a su tía Daniell y mucho menos las miradas que les lanzaba, como si fueran cucarachas que debía aplastar. Sonrió porque si tuviera la edad adecuada, no dudaría en convertirlo a él en una y presentarle la suela de su zapato.

--- Dormirán todos en la habitación de Harry y no quiero ruidos después de las ochos o...

--- Vernon --- le llamo Petunia, su esposo la miro --- ¿Qué pensara los vecinos si se enteran de que una señorita se duerme con dos hombres, aunque esos sean sus hermanos?, no quiero que hablen mal de nosotros...

--- Tienes razón Petunia, pero ¿Qué piensas hacer? --- pregunto pensativo, mirándola con cautela, la mujer inclino la cabeza seriamente.

--- Que se quede en la habitación de huéspedes --- dijo tajante, Vernon parecía ultrajado.

--- Pero Petunia, esa habitación la tenemos para Marge u otros invitados... y acuérdate que ella vendrá unos días esté mes --- dijo apurado su marido --- no creo que sea lo mejor...

--- ¿Tía Marge viene de visita? --- pregunto Harry con una mueca

"¿Quién?" pensaron sus dos hermanos al mismo tiempo y Harry les mando imágenes muy vivas de cuando se empezó a inflar como globo, lo que hizo a los otros dos reírse a carcajada sin poder contenerse.

--- Sí, y no quiero nada raro, ¿queda claro? --- advirtió tío Vernon señalándolos, los tres asintieron --- como iba diciendo, de acuerdo Petunia, que se quede en el cuarto de invitados, que Marge comparta habitación con ella --- señalo a la chica --- no quiero nada raro o fuera de lo normal, ¿queda claro Potter?

--- Somos tres Potter --- le dijo Daniel entrecerrando los ojos --- ¿a cuál te refieres?

--- A los tres --- dijo cruzándose de brazos, mirándolos --- ahora largo, que su tía y yo tenemos una charla pendiente...

Daniel y Harry llevaron sus baúles, para después regresar por el de Emma, la chica se quedo un momento pensando en como le iba hacer, si estuviera con los Malfoy un elfo domestico ya lo hubiera hecho aparecer en su dormitorio, esa cosa debía pesar como el infierno, después de todo nunca sacaba nada, solo agregaba más cosas cada año.

2 Harry y Ginny: La profecía de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora