En busca de la espada sagrada.

5.- Un aprendizaje a la vez.

– Iremos al lago. Janna, llévanos té – indicó Yi.

- A la orden – miro a Yasuo e hizo una pequeña reverencia para después irse volando por los vientos.

El castaño siguió los pasos de su nuevo maestro para encontrarlo en el lago donde conoció a la peli azul. Yi se sentó en la orilla y le indico al castaño que lo acompañara.

- Bien, ahora viene la teoría – miro el lago con atención – Tal vez te preguntes que tiene que ver la historia con tu entrenamiento; es para que sepas a que te atendrás una vez que aceptes este viaje inmortal – lo miro, Yasuo solo lo miro con duda – Ahora que ya tengo tu atención, te explico... La historia ya te la sabes, he de imaginar, si no ¿Por qué estarías aquí? – Rio – Pero este templo no está solo, cuando llegamos aquí solo eran ruinas de una guerra vastayana... estamos en un territorio de guerras, por eso mismo tuvimos que hacer una serie de pactos – se levantó y comenzó a caminar alrededor del lago – El primer pacto que hicimos fue con una orden maligna, es dirigida por un ninja que controla las técnicas prohibidas de las sombras, nuestro pacto se conceptualiza en:

1.- Nada de guerras y traiciones, si no, se pagara con la muerte.

2.- Entrenamiento de armas a sus pupilos.

3.- Confidencialidad.

4.- Atención de primera por mano de Janna.

Esa última la agregue yo, porque Zed se siente un rey cuando Janna lo trata, en cambio Fiora y Yo lo tratamos como igual, cosa que le molesta – suspiro con pesadez – Es un egocéntrico, en fin, otro pacto es con la orden Kinkou, se basa en:

1.- La misma que con la orden de las sombras.

2.- Sesiones de entrenamiento de cuerpo y mente.

3.- Refugio.

4.- Reuniones cada mes, para informes.

Siempre envió a Janna o a Fiora a eso, es fastidioso hablar como persona seria, bueno... la última:

5.- Confidencialidad.

Esta difícil ser aliado de 2 órdenes enemigas entre si – cerro los ojos, pensó en el estrés que siempre se arma cuando coinciden los días de visitas de Shen como de Zed – Aunque te diré algo, Janna disfruta mucho la compañía de Shen y de un pupilo de Zed – rió.

- Esta bien... ¿Supongo? – no comprendió porque se lo dijo.

- De nada – sonrió – y tenemos otros con Demacia, Aguas turbias, algunas criaturas de la isla de las sombras, son personas agradables... o mejor dicho muertos... Y con Piltóver, con Zaun no pudimos crear un pacto... están locos – suspiro – En fin, eso es todo, es mucho para una clase ¿no crees? – se estiro y camino hacía el pasillo que llevaba a la cocina, ahí se encontraba Janna escuchándolos.

- Aquí está el té – se sentó a un lado de Yasuo – Aquí está el tuyo – sonrió.

- Gracias – tomo el vaso.

- Es hora de tu clase, Janna – tomo el vaso que le correspondía y huyo de ahí.

- Ah vaya, creí que tardarían más – miro a Yasuo – Bueno, es hora que te relajes, toma el té que necesites, yo te espero –

- ¿Esperar? – levantó la ceja.

- A que te levantes para irnos a la sala de meditación, la he preparado para ti – levitó hacia susodicha sala.

- Creo que todos aquí... están entusiasmados con.... ¿migo? – suspiro y camino hacia Janna.

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