1.- Mi camino

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Había vagado por muchos lugares, todo por huir de mi hogar después de que se me culpara por un crimen que no cometí, hoy, estoy de vuelta a mi hogar... Jonia, descubrí una orden que lleva al poder y sabiduría de las espadas, y justo ahí están 3 espadas poderosas, "la espada Eterna", "la espada Alza" y la que más me interesa, "la espada Sagrada", se dice que los mismos portadores de estas espadas son los dueños de la orden, aún no sé nada de ellos y me encamine para saberlo, ahora estoy enfrente de esa orden, de su templo, hay mucha paz, hay muchos lagos, el aire aquí es muy fresco, me siento en paz conmigo, me gusta este lugar.

Documentó un castaño de vaga apariencia, con una cola alta y una pobre barba, estaba parado en las puertas del gran templo, había muchos lagos, peces, flora, fauna, de todo, era un lugar donde dominaba la paz, estaba casi a las afueras de Jonia, así que el castaño, que se hacía llamar Yasuo, no tenía problemas. Se dispuso a tocar la puerta, pero esta se abrió en par en par, lo recibió una chica algo alta, con un cabello lavanda atada en una especie de recogido y vestía unas prendas algo ajustadas.

- Llevas tiempo fuera, ¿Qué se te ofrece extraño? – hablo aquella dama con un tono de voz extraño, parecía que se le había inculcado otra lengua muy diferente a la de Jonia.

- Vengo a formar parte de esta orden – respondió mirándola.

- Esta bien, pasa, Yi querrá verte – indicó que pasara el primero - ¿y por qué quieres unirte? – camino atrás de él.

- Necesito purificar mi juicio y demostrar algunas verdades a mi pueblo – miraba alrededor.

- Mm ya -cruzó los brazos- creo que te conozco – se detuvo.

Yasuo solo tomo el mango de su espada, en caso de ser necesaria usarla, pero otra mano se añadió, para detener el agarre.

- No es necesario, Yasuo – camino hacia a la chica – Gracias por avisarme Fiora – se detuvo a un lado de ella.

- ¿Cómo sabes mi nombre? – lo miró perplejo.

- Todos en Jonia conocemos tu historia – respondió la chica.

- Pero no somos jueces, puedes confiar en nosotros – sonrió el hombre de barba en solo la barbilla, cabello largo con una extraña combinación de colores de grises y negros – Soy Yi, o como me conocen la mayoría, Maestro Yi, ella es Fiora – la señalo e hizo una pequeña reverencia.

- Un gusto – hizo lo mismo.

- ¿Puedes platicarme que quieres obtener de aquí? – Miro a Fiora - ¿podrías preparar un té de bienvenida? –

- Esta bien Yi – hizo una reverencia – También llama a Janna, ella ama el té – se fue.

- Bueno, vamos a dar una caminata, es muy grande el templo ¿sabes? – Comenzó a caminar – esto solo eran ruinas – miraba alrededor.

- Eh... Supe que hay portadores de 3 espadas poderosas en Jonia aquí... ¿usted acaso tiene una...? – caminaba a la par que él.

- Oh, si. Fiora, la chica que te atendió primero es la portadora de la Espada Alza, yo soy el portador de la Espada Eterna – lo miro.

- Vaya... ¿Qué hacen aquí? – lo miro levantando una ceja – pueden vencer lo que sea con esas espadas, ¿Por qué pierden el tiempo aquí? –

- Pues... - se detuvo – lo mismo te preguntó, ¿Qué haces aquí? No deberías de estar aquí gastando tu tiempo – continuo su caminata.

- Yo vine por respuestas – lo siguió.

- Nosotros estamos para dártelas – rió – ayudamos, en vez de causar más mal –

- Mm... - miro su propia espada – espere, se supone que hay 3 espadas ¿y la 3era? – lo miró confuso.

- La estamos viendo – señalo a una roca gigante que se encontraba a orillas de un lago interno.

- ¿Eh? – Miró a esa dirección y se encontró con una joven y hermosa de piel pálida, cabello azul marino y unos penetrantes ojos turquesa - ¿Quién es?.. – un rubor venía a sus mejillas.

- Tranquilo muchacho, no ensucies tu mente... aún – rió – ella es Janna, la portadora de la espada sagrada – miro al castaño, que en pocas palabras babeaba por la chica del lago.

- Vaya... no pensé que la espada que más me intereso estuviera a manos de una... - fue interrumpido.

- Hermosa chica, lo sé, y no solo eso, también en forma de ser es hermosa – completo.

- ¿Eh?.. No quise decir eso... - sacudió la cabeza para espantar sus pensamientos.

- No te preocupes, ella no sabrá nada – rio y le hizo señas a la chica para que se acercara a ellos, quien floto por encima del lago para encontrarse cara a cara con Yi.

- Buenos días Maestro Yi – sonrió.

- Buenos días Janna – le devolvió la sonrisa - ¿ya viste? Tenemos invitados – señalo al castaño, quien miraba perplejo a la chica peli azul al percatarse que usa su mismo elemental, el aire.

- Un gusto – hizo un reverencia – mi nombre es Janna, cualquier cosa que necesites te ayudare – esbozo una leve sonrisa.

- Un gusto igual, mi nombre es Yasuo – la miro.

- Mmm, me suena tu nombre – puso ambos pies en el suelo – Escuche que usas técnicas de viento, al igual que yo – lo rodeo curiosa.

- Si... - la siguió con la mirada, algo incómodo por supuesto.

- Bienvenido – se detuvo a un lado de su compañero.

- Gracias... - la miró - ¿Qué le pasa a esta chica?... – pensó.

- Bueno, creo que es hora de hablar más cómodos, ¿no creen? – los miro.

- ¿Habrá Té? – se alzó por los vientos la chica.

- Fiora se está encargando de eso – sonrió.

- ¡Perfecto! – surco los delicados vientos hacia la dirección en donde se encontraba su compañera.

- Ven Yasuo, platícame más de ti – le indico el camino. Ambos se dirigieron a una especie de terraza, donde ya estaban Fiora y Janna tomando el té, mientras jugueteaban con las pequeñas tazas de porcelana blancas.

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En busca de la espada sagrada.Where stories live. Discover now