En busca de la espada sagrada.

7.- Aliados.

El día había avanzado rápido, así que llego pronto el nuevo día. El castaño tomo sus lecciones de pelea con Fiora, esta ocasión no pelearon, siguieron los mismos movimientos para estar en sintonía, mientras que con Yi hablaron sobre el forjamiento del templo y de sus integrantes, volvía de nueva cuenta a sus clases con Janna, quien ya lo estaba esperando con un té y algunos postres que con esmero preparo para la clase.

- ¿Cómo te ha ido Yasuo? – le ofreció una taza de té.

- Algo cansado – le dio un sorbo a su té – Gracias –

- De nada. Bien, ya sabes que hacer ¿no? – se sentó.

- Poner mi mente en blanco, si – tomo asiento.

- Janna, tenemos visitas, trae al vago – hablo con gran fuerza y con su tono peculiar la peli morado.

- Esta bien Fiora – se levantó y se apresuró a la entrada. El castaño la siguió y se topó con un hombre casi igual de su estatura, enmascarado y de pocas palabras, miro a su izquierda y es cuando miro a Janna sentada en el suelo con su rostro totalmente rojo.

- ¿Te encuentras bien, Janna? – se agacho para verla bien.

- ¡S-Si! lo estoy – su voz era temblorosa.

- ¿Segura? – levantó una ceja, no comprendía la actitud de su compañera.

- Yasuo, que bien que estas aquí – lo llamo Yi – Ven, te presento a Shen, dueño de la orden Kinkou con quien tenemos un pacto – sonrió y señalo al enmascarado.

- ¿Ninjas? Genial... - camino de mala gana hacia ellos y extendió su mano en señal de saludo, fue respondido por Shen.

- Así que comienzan a tener pupilos, hacen bien, podrían ayudar con el equilibrio – miro a Yi, este iba a responder, pero Janna con premura voló hacia ellos respondiendo al alago del Ojo del crepúsculo.

- ¡Claro! – soltó una risa nerviosa – Así nos ayudamos... ¡Es decir! Nuestro templo con el tuyo, no tu y yo, aunque si quieres ayuda puedo hacerlo... ayudarte... - rio apenada, al final opto por ocultarse detrás de Yasuo, quien se estaba riendo en silencio de la peli azul.

- Gracias Janna, apreció tu petición, lo tendré en cuenta – miro a Yasuo – Un gusto conocerte, espero encuentres tu camino – siguió a Yi, quien se había ido al lago, donde siempre eran la reuniones.

- ¿Qué te paso? – miro a su espalda.

- ¡No lo sé! Debe de pensar que soy una tonta – cubrió su rostro con sus manos – Es su voz... Y ese traje... ¡Ah! No es justo –

- Emm... -

- Janna es un caso perdido en el amor – se acercó Fiora para abrazar a la peli azul – Cuando conoció a Shen se moría por él, pero no es el único, también está encantada por un pupilo de Zed... Si, le gusta Shen y ¿Kayn? Creo que se llamaba el otro – suspiro, parecía fastidiada por la situación de su amiga.

- Que complicadas – se retiró de ahí, no quiso saber más, solo se fue con el gracioso recuerdo del nerviosismo de Janna.

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¡Hallo!

Como dije en la otra historia, siento la ausencia, pero la universidad no me da mucho tiempo libre que digamos... En fin, aquí les traigo la actualización e intentare ponerme al corriente con las historias para llevarlas al final o al menos llegar a un buen desarrollo, solo denme paciencia (?).

Otra cosa que no mencione, tal vez llegue a escribir otra historia, pero no tratara de LoL o de otro juego/serie/anime/etc, sino de la vida mismo pero manejando metáforas.

El tema principal que quiero tocar es el aislamiento, cómo las personas se sienten aquí o que provoca que vayan a ese camino y cómo las personas del alrededor se vuelven factores importantes... o sea, que es lo que no ven de sus mismas acciones. 

Me parece interesante hacer unos escritos más serios y relacionados con mi campo de estudio y, futuramente, de trabajo.

Son todos los avisos que tengo, así que, ¡hasta la próxima actualización!.