- Soy un tonto, no, ¡un estúpido! ¡Agh! – golpeo su frente con su palma repetidas veces mientras caminaba en círculos por su habitación. – Yo sé que Janna ni siquiera tiene ojos para mí y... Solo a mí se me ocurre fijarme en algo que nunca tendré... Se supone que le estoy ayudando a estar con el estúpido ninja ese... Que lo peor es que no ve lo increíble y maravillosa que es Janna... Tch... - detuvo sus acelerados pasos, mirando fijamente la ventana que daba vista al jardín del templo. – Inicie esto por la espada y estoy obteniendo más de lo que pensé... Janna... Janna... ¡Agh! ¿Qué has hecho? – se dejó caer en su cama y coloco una almohada sobre su cara. – Prácticamente, cuando tenga la espada... Janna será mía, ¿no? Digo... Maldición, hace un mes había dicho que solo me interesaba la espada y ahora... ¡Ah! – lanzó la almohada hacia la pared, estaba con una fuerte disputa mental con sus emociones, pero la vida sabía cómo molestar al castaño.
- Vago. Zed y su pupilo molesto han venido, así que debes salir a recibirlos. – hablo desde el otro lado de la puerta para después retirarse.
- Lo que me faltaba... - bufó molesto. Se aproximó a su armario y se colocó su atuendo de siempre, con el que salía; un pantalón de tela azul oscuro y ese pedazo de tela que solo cubría parte de su pecho. El castaño se presentó al recibidor del templo, en donde Fiora estaba alejada de todos, Janna charlaba con Zed y Kayn, Yi apareció justo a su lado.
- Esta vez Janna atendió primero, así que... Tardaran un poco en saber que existimos. – apoyo su diestra en el hombro de Yasuo, dándole un par de palmadas y posterior a eso, aproximarse a Janna. - ¿Y a qué se debe su visita? – los miro con una sonrisa burlona.
- Yo vine por la clase de meditación de Janna. – respondió con su voz tétrica de siempre.
- ¡Yo también! – se metió entre Zed y Janna. – Yo también vine por mis clases de meditación. -
- ¿y por qué no entran los 2? – cuestiono Janna, ladeando un poco la cabeza.
- Este... - el azabache se quedó pensando por unos minutos, en busca de un pretexto que sonora creíble, pero el maestro de las sombras le gano.
- Porque Kayn viene a una clase de historia con Yi, así que en lo que le dan su clase, podemos meditar, Janna. – tomo la fina mano de la susodicha, como si la fuese a besar si no se interpusiera su yelmo.
- Maldito... - murmuro molesto Kayn, quien sin más camino detrás de Yi, quien solo se reía a carcajadas.
- Ninjas inútiles... - murmuro a los lejos el castaño.
Pasaron 2 horas, la primera fue dedicada a la meditación con Zed. El maestro de las sombras realmente no meditaba, solo se dedicaba a observarla por todo el rato y debes en cuando ponía un pretexto para tomarle de la mano a Janna. Después llego Kayn, quien directamente se dedicó a coquetearle en toda la meditación, Yasuo miraba a lo lejos con una muy notoria mueca de molestia, ¿acaso estaba celoso?
- Algún día deberías visitar nuestro templo, Janna. – comento el azabache mientras se acercaba demasiado a la peli azul.
- Gracias por la invitación, Kayn. Por el momento tengo que entrenar junto a Yasuo, tal vez cuando emprendamos algún viaje pasemos a saludar. – sonrió mientras se alejaba del chico que sin duda violaba su espacio personal, pero choco contra otro cuerpo, alguien cubierto por armaduras frías...
- Entiendo, pero yo puedo suponer que tendrás días para estar ti sola... ¿No quisieras conocer nuestra sala de meditación? Es muy grande y cómoda... - si no tuviera ese yelmo en su cara, era muy seguro que se vería su sonrisa cargada de picardía.
- La sala de meditación no es grand... Oh... Maldito. – lo miro fulminante, Kayn había captado que no se refería a la sala de meditación, Zed prácticamente había tirado una indirecta para acostarse con ella.
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En busca de la espada sagrada.
Fanfiction[Yasuo x Janna fanfic] En su búsqueda del perdón y la verdad encuentra un lugar casi santo para redimir sus pecados y buscar al verdadero culpable del asesinato de aquel anciano que murió a su cuidado, para eso debe de pasar ciertas fases de entrena...