12.- Enemigos a ciegas.

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Después de un día de visitas y de una pequeña pelea entre Kayn y Zed por una clase particular de meditación, en donde resulto victorioso el maestro de las sombras, ya era la hora de dormir; el castaño se preparaba para dormir, se quitó la ropa y se vistió con solo un pantalón corto muy suelto. Justo cuando se dirigía a la cama una brisa fresca entro por su ventana, captando su atención, era Janna, se introdujo a la habitación del castaño cayendo justo en la cama de él.

- ¿Ya ibas a dormir? –

- Si... ¿Podrías irte a tu habitación? – estaba molesto, después de todo el ajetreo del día, no quería más tonterías.

- Lo siento – hizo un espacio para su compañero – Necesito pedirte un favor – lo miro con suplica.

- ¿Ahora quieres intentar algo con Zed o Kayn? – se burló mientras solo se paraba a un costado de su cama.

- No te burles – cruzo los brazos – Zed es mi superior y Kayn es muy lindo conmigo, pero no me gusta cómo me gusta Shen – se sonrojo y se abrazó a sí misma.

- Si – suspiro - ¿Entonces que necesitas que no puedes esperar hasta mañana? – la miro fastidiado.

- ¿Tú crees que logre enamorar a Shen? Veras... él tiene como una especie de votos que le prohíben tener sentimientos... - desvió la mirada.

- ¿Entonces por qué sigues tras él? Me di cuenta que tienes a 2 hombres tras de ti – rasco su nuca, estaba incomodo por la situación y cansado.

- ¡Él es diferente a todos, es muy caballeroso, atento y le gusta lo que yo hago no porque yo lo hago, si no por como lo hago! – levito de sorpresa hacia Yasuo.

- Okay... Entiendo... - soltó su cabello y dio un largo suspiro – No pienses en eso por el momento... Así como sigues estas bien – alzó su mano para acariciar la cabeza de Janna. Janna por otra parte miro con sorpresa a Yasuo y con un poco de gusto al verlo como estaba, con cabello suelto y con el torso descubierto.

- Emm... Gracias – se levantó de la cama del castaño – gracias por darme un poco de tu tiempo – se dirigió a la puerta – Y otra cosa – se detuvo en el lumbral de la puerta.

- Dime – se detuvo frente a ella.

- El cabello suelto te queda muy bien, Yasuo, te ves apuesto, así puedes atraer chicas cuando vayas a Jonia – le guiño un ojo y se dirigió a su habitación.

- ¿Qué fue eso? – pensó atónito y un leve sonrojo se asomó en sus morenas mejillas.

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Jaja me desaparecí de nuevo x'd.

Ya les traigo actualización, espero disfruten del capitulo.

En busca de la espada sagrada.Where stories live. Discover now