Give me everything (ADAPTADA)(Terminada)

Capitulo 101

Nuevamente todos nos reunimos en mi casa, y desde ahí partimos al estadio. Estaba nerviosa... esperaba que ese fuera su partido, que empezara con el pie derecho. Nos fuimos al estadio donde nos acomodamos en el palco de siempre. El partido estaba a punto de comenzar, Manuel estaba calentado dentro de la cancha y desde ahí podía verle perfectamente. Mi corazón latió alteradamente como si fuera la primera vez que lo mirara...y es que atraía la atención desde cualquier punto de aquel estadio, su largo cabello castaño se ondeaba suavemente cada que corría y el sol que en ese momento daba completamente a la cancha hacía que este resplandeciera finamente.

Traía puesto el uniforme a rayas paralelas de color blanco y azul, además del short azul, calcetas blancas y tachones blancos nike . El 21 grabado en su playera me hacía recordar que yo tenía un ejemplar igual y que de algún modo estábamos conectados y no era sólo por la razón anterior, si no que cuando lo estaba viendo el volteó hacia mí y me mandó un beso. Yo sólo atiné a sonreírle y saludarlo con la mano, deseándole mucha suerte. Algunas personas que estaban a nuestro lado se me quedaron viendo extrañamente mientras murmuraban cosas. Yo ignoré todo esto, porque el centro de mi atención era Manuel, sólo él.

Yuli: Lo traes arrastrando por ti mi amiga jaja

Are: Se le llama amor;)

Gaby: ui, mira quién habla si traes igual a Humberto ! Jaja

Yuli: Por cierto, ya le conté que estoy embarazada.

Are: ¿Qué ha dicho?

Yuli: Se ha puesto a brincar de felicidad! Duró un buen rato gritando "voy a ser papá" enserio que me esperaba cualquier reacción menos esa.

Gaby: Me da gusto que todo esté saliendo bien.

Yuli: Si bueno, mis padres fueron otro asunto, pero ya lo aceptarán...

Diego: De qué hablan?

Gaby: Yuli y Humberto van a ser papás!

Diego: No sé qué decir... Muchas felicidades está bien?

Los jugadores comenzaron a pasar a la cancha formados en dos filas, respectivamente el equipo. Mi novio fue de los últimos en pasar. La afición comenzó a cantar las porras de los dos equipos y en un instante el estadio pasó de estar en cierta calma a armar un alboroto, gritos, cantos y el ruido de las trompetas y tambores inundaban completamente el recinto.

Luego de saludarse entre todos tomaron sus posiciones en la cancha y el árbitro dio el silbido de comienzo. El balón rodo hacia la defensa de Rayados y los jugadores de ese lugar lo fueron pasando poco a poco hacia delante sin desesperarse. De repente el balón cambiaba de pies y los jugadores del equipo contrario se adueñaban de el, aunque esto era poco frecuente. Las llegadas del equipo de mi novio hacia el arco rival iban en aumento a cada minuto y si mal no estaba, pronto caería el tan esperado gol.

El arquero despejó el balón hacia el mediocampo y un jugador del otro equipo lo detuvo con el pecho, entonces Manuel llegó por atrás sin intención alguna más que quitárselo, pero el jugador con el balón se dejó caer al pasto alegando una falta. Este se puso de pie y encaró a Manuel, diciéndole algo. Mi novio reaccionó empujándolo en el pecho y ahí fue cuando me di cuenta que el otro jugador era Leo. Miré atenta la escena esperando que no pasara a mayores. Leo por supuesto reaccionó y también lo empujó, haciendo que los demás jugadores se acercaran a intervenir en la pelea. Luego de que los ánimos se calmaran, el árbitro sacó una tarjeta amarilla y la señaló hacia Manuel, quien fue a alegar con éste y luego a Leo; quien hizo lo mismo que Manuel, sin conseguir nada.

El partido se reanudó, aunque los ánimos por la cancha ya estaban bastante alterados, pues comencé a reconocer rostros, eran los mismos chicos de la pelea del bar. Esperaba que no hubieras problemas por aquella rivalidad...

El primer tiempo terminó con el marcador 0-0 y los jugadores se fueron a vestidores.