Capitulo 29

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Manuel: Y aquí comenzamos.
Corrió siguiendo la dirección de la vereda destacada con rombos de color rojizo opaco marcado ya por el tiempo que rodeaba el parque. Lo miré atentamente mientras se alejaba, 5, 10, 15 metros. Penosamente le intenté alcanzar e ir a la misma velocidad que él.
Manuel: Sabes, te queda muy bien ese vestuario, deberías de mostrarle un poco de cariño y salir puesta a diario con él.
Are: Aunque tus palabras me alaguen, la ropa deportiva no figura entre mi forma de vestir-dije oscamente.
Manuel: Pero no estás enojada verdad?-preguntó burlonamente ante mi tono.
Are: En absoluto, es sólo una contestación a tu pregunta, innecesaria, por supuesto.
Manuel: Yo sólo di mi punto de vista, ya si tu quieres tomarlo de distinta manera, es tu problema.
Are: Te das cuenta que armas un enorme problemón ante algo sin sentido?-analicé su rostro, su mirada seguía centrada al frente, y tenía los labios curvados en una sonrisa de lado. Pero qué guapo se veía así! ¿Así de sexy sería siempre? O, ¿sólo se molestaba en mostrarme ese lado? Por favor, pero que estaba pensando? El chico sólo quería pasar una noche conmigo y al día siguiente haría como si jamás me hubiera conocido, su atracción era algo a lo que debía resistirme, más aún, su actitud cuando él y yo conversábamos, parecía otra persona, una que conocía la palabra "sentimiento" la que a simple vista parecía un ser perfecto.
Manuel: Aún estás aquí?-pasaba su mano continuamente frente a mi rostro.
Are: Disculpa, me decías algo?-pregunté media atontada.
Manuel: Que tu eres quien haces que cualquier cosa por pequeña que sea, se agrande hasta causar distintas reacciones. Ya ves, ese asuntillo sin sentido del que hablábamos.
Are: Pretendes decir que soy exagerada?
Manuel: Si así lo tomas, entonces sí.
No sé cómo pero en cuestión de segundos yo estaba de rodillas y sosteniéndome con las palmas de mis manos en el suelo.
Are: Auuuuuuch-grité al sentir un fuerte dolor en la rodilla derecha.
Manuel ya estaba a mi lado, y en lugar de reírse como esperaba, me preguntaba si estaba bien o qué me había pasado, decidió, por que no me dejó decirle que no, ir a sentarnos para examinar bien la herida que me había hecho.
Caminé, con su ayuda, hasta el banquillo más cercano y me dejé caer.
Are: Esto sólo puede sucederme a mí-dije frustrada-ahhh-grité al momento en que me levantaba poco a poco el pants. Sus manos frías tocaron mi piel, haciendo que me pusiera roja...de nuevo.
En mi rodilla estaba un pequeño corte, pero sangraba lo suficiente como para dejar una mancha pintada en la ropa.
Manuel: Al parecer no es nada grave, sólo un pequeño raspón poco profundo, sólo necesito limpiarte con un poco de agua...-rápidamente fue hasta la llave de agua más cercana y tomó entre sus manos una pequeña cantidad con la que limpió la herida, esta dejó de sangrar pocos segundos después.
Are: Cómo sabes sobre esto?-señalé la herida.
Manuel: No te centres solamente en que soy un jugador de futbol, sé hacer distintas cosas que eso.
Are: Pues mira que le he sacado provecho eh!
Manuel: Jajajaja si ya me di cuenta, por cierto, quieres irte ya a casa? Si no puedes caminar puedo traer el coche hasta aquí...
Are: No es necesario, creo que puedo caminar-ya casi ni notaba mi pequeña lesión, fue más el drama que hice.
Manuel: Al menos quieres descansar un poco aquí?
Aparte del pequeño incidente que me había pasado, estaba cansadísima.
Are: Por favor ya no me vuelvas a obligar a correr, y menos por las mañanas! Jajaja
Manuel: No señor, tu eres un peligro corriendo! Jajaja
Are: Una pequeña caída la tiene cualquiera¬¬
Manuel: Pero como las tuyas nadie!

Give me everything (ADAPTADA)(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora