Give me everything (ADAPTADA)(Terminada)

Capitulo 2

Tomé un taxi hacia la dirección que mamá me había dado, pues mi hermano no pudo ir por mí. Después de 20 minutos de camino llegamos al departamento donde Diego, que así se llamaba mi hermano, vivía.Todo estaba como lo recordaba, era un edifico enorme, tendría unas 15 plantas, la fachada era lujosa, y a simple vista se veía como si fuera una mansión grandísima. Tomé la llave, una copia que Diego me había dado hace mucho tiempo y entré. Marqué en el ascensor el 6 piso, que era donde el vivía. Cada piso contaba con un pequeño pasillo y dos departamentos en cada lado, uno frente a otro. Si más no recordaba cada depa contaba con 3 habitaciones, sólo una tenía baño y esa era la de Diego, la cocina y una enorme sala. El ascensor se detuvo y yo caminé hacia donde sería mi nuevo hogar. Abrí la puerta y oh sorpresa.

Are: Menuda fiesta que se ha montado! Ahora entiendo porque no pudo ir por mí.

La sala estaba hecha un desastre, fritos tirados por doquier y unas cuantas cajas de cerveza vacías, este sí que se daba la gran vida.

Sabía de sobra cual era mi habitación y me dirigí hacia allí. Ya mañana tendría tiempo de reprenderlo.

Decidí darme un baño antes de dormir pues el viaje había sido agotador, maldecí al no tener mi propio baño privado, en mi antiguo hogar si que disfrutaba de esa comodidad. Salí al pasillo y doblé hacia la izquierda donde se encontraba el baño, pero me detuve, quise verificar que mi hermano realmente estaba en casa. Su habitación estaba a mi lado derecho, fui sigilosamente hacia allí y abrí la puerta con sumo cuidado. En la cama Diego descansaba, pero no solo si no acompañado si no de una mujer pelirroja y sólo con unas sábanas cubriéndolos, inspeccioné detenidamente la escena, ella descansaba sobre su pecho y su mano le abrazaba, él posaba su brazo sobre los hombros de ella. La ropa de ambos estaba esparcida por el suelo. Definitivamente lo reprendería mañana. Cerré la puerta y me fui a bañar. Giré el picaporte y abrí estrepitosamente la puerta, tal vez y así Diego se diera cuenta que su hermana pequeña ya estaba en casa. Pero lo que vi no esperaba encontrármelo jamás. Era un tipo, alto, cabello oscuro y despeinado del que caían gotas de agua, su tez era aperlada, combinaba con su cabello. Estaba anudando una toalla que le cubría de la cintura hacía abajo. Giró rápidamente su cabeza hacia mí y sonrió. Eso no me lo esperaba, nada de eso me lo esperaba.

Are: Disculpa!

Y cerré enseguida la puerta.

Estaba tan roja como un tomate, podía sentirlo. Reí para mí misma, el tipo estaba de muerte, de eso no había duda. Seguro que era un amigo de Diego, pero jamás lo había visto y eso que conocía casi a todos los amigos de él. Mañana tenía muchas cosas que aclararme. -

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EDITADO

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