Give me everything (ADAPTADA)(Terminada)

Capitulo 50

Diego: Bueno, me ha dicho que ya está en la casa de Gaby, hará una especie de "Fiesta de bienvenida/sorpresa" necesita que le ayudes con unos pequeños pendientes allá. Puedes irte ya mismo al departamento? Nosotros iremos luego.
Are: Ok, allá te veo.
Manuel y yo estuvimos listos en menos de veinte minutos. Partimos a la casa de Gaby en silencio.
Y ahí fue cuando me di cuenta que era lo que había estado a punto de hacer unos momentos atrás, no es que me incomodara, bueno sí...y enseguida se me vino ese color rojizo en mis mejillas que yo tanto odiaba. Intenté disimularlo viendo por la ventana y pensando en otra cosa, pero ¿en qué más podía pensar teniéndolo a mi lado si no era en él? En sus besos, sus caricias, sus palabras, todo lo que tuviera relación con él
Manuel: ¿Sabías que me está matando la curiosidad por saber qué piensas ahora mismo?
Are: La curiosidad mató al gato...
Manuel: No creo que sea mi caso.
Are: Tienes razón, estaba pensando en lo que estaba a punto de pasar hace unos momentos, ya sabes sobre lo que te conté la otra vez...-y otra vez el rojo vino hasta mi rostro.
Él soltó una risita burlona.
Are: No te rías-intentaba ocultar mi enojo pero se me salió una pequeña risita de nerviosismo.
Manuel: Mi Arely, eres una ternura, por eso te amo-volteó hacia mí para darme un mini beso.
Are: Jaaaa, haces que me ponga rojísima.
Manuel: Me encanta que te pongas roja-apretó mi mejilla cariñosamente-y respecto a lo que dijiste de lo-que-estuvo-a-punto-de-suceder-hace-rato, bueno yo creo que fue un momento de calentura ya sabes jaja pero ya enserio, estoy casi seguro que te arrepentiste después, o me equivoco?
No dije nada, no quería decir que no, pero tampoco podía decir que sí cuando la respuesta era negativa.
Manuel: Sabes que me importa muchísimo lo que tu pienses, no importa que sea.
Are: Bueno, ya sabes me siento un poquito incómoda; no sé si estoy preparada para eso, como te había dicho antes, quizá debamos darle un poco más de tiempo, no sea que suceda y nos vayamos a arrepentir al siguiente día o al menos yo...
Tomó mi mano que descansaba en mis piernas y la apretó contra la suya.
Manuel: Me alegra que confíes en mi, enserio me haces la persona más feliz del mundo.
Le sonreí satisfecha. Me había tocado un hombre sincero y tierno, aunque a veces fuera caprichoso y un poco inmaduro, me hacía la mujer más feliz del mundo.
Llegamos a la casa de Gaby y abrimos la puerta.
Adentro, estaban unos cuantos colguijes y serpentinas cruzaban toda la sala, Yuli y Humberto estaban colgando colocando una lona de bienvenida para Gaby, mientras que Carlos acomodaba platos y vasos en la mesilla central.
Los tres voltearon enseguida hacia nosotros.
Yuli: Menudo susto que nos han pegado, pensé que eran Gaby y Diego. Imagínate que viera esto aún sin terminar, ya no sería una fiesta sorpresa, y más con mis fachas, que alivio que son ustedes. Arely puedes darme tu punto de vista ante este pequeño acomodo? Necesito otra opinión femenina aquí.
Are: Me parece que está quedando perfecto. La lona-me acerqué hasta ella-debería centrarse más, si ándale, ahí queda perfecta.
Yuli: Gracias al cielo que has llegado, estos chicos no daban una en la decoración
Carlos: Eh, que te hemos oído¬¬'
Humberto: Nos tiene aquí desde temprano manejándonos a su antojo!-fue hasta la silla donde se encontraba parada Yuli y la tomó en brazos.
Yuli: Queeeee te sucede? bajame bajame-pataleaba como niña berrinchuda.
Humberto sólo se reía y la calló con un beso.
Carlos: Empalagan grr
Yuli: Ah, pero si Berenice estuviera aquí no andarías diciendo eso pilluelo.
Carlos se sonrojó hasta las orejas y ya no habló más.
Yuli: Bueno parejita-nos señaló a Manuel y a mí mientras Humberto la bajaba de sus brazos-no se queden viendo y ayuden chulos.