Expect the unexpected (Los Mikaelson y tu)

Capitulo 1

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Querida computadora:

Es un hecho, odio tener un diario. No soy muy constante en la escritura, por lo que pensé que algo más informal como la computadora podría acomodarse a mi pereza. De todos modos, solo escribiré cuando sea necesario. Y hoy lo es.

Hoy es sido uno de esos días en los que te sientes extraña y no tienes idea el porqué. Bueno, en realidad todo partió desde la noche pasada. Tuve uno de esos sueños reveladores que predicen el futuro, dan una señal o lo que sea (cortesía de mi mejor amiga Eli que me parloteó acerca de los significados de los sueños por más de una hora). En él, estaba yo, en un gran jardín lleno de flores. Frente a mi vislumbro una figura masculina de buen porte y atlética. Pero cuando subo mis ojos hacia su rostro, no veo nada. ¡No puedo verle el rostro!

Eso no es todo, la figura también habla. Me dice que me ama y abre sus brazos a mí, y yo corro como estúpida a darle un gran abrazo. Pero detrás de él aparece otra figura. Tampoco puedo verle bien, pero me grita, me grita que me aleje de él. Que no es bueno para mí.

Extraño ¿y sabes lo único en lo que pensé al despertar? "Oh pues si me debo alejar de él, debe ser un chico malo". ¡Yo odio a los chicos malos! Malas experiencias pasadas, grave error.

Guardo el archivo y lo cierro. Debo alistarme para la escuela.

Tomo una ducha con agua caliente que me ayuda a relajar los músculos. Una vez fuera, entro en mi habitación y preparo mi uniforme.

Odio mi escuela y su Oops! uniforme.

Ya vestida, me paro frente al espejo de cuerpo entero y observo mi reflejo. Suspiro. El uniforme nunca me ha quedado bien, ni la mayoría de la ropa. He subido bastante de peso y me es extraño, pues yo era extremadamente delgada.

Dejando de lado esos pensamientos, me maquille naturalmente y seque un poco mi cabello para posteriormente peinarlo.

- Caro, ¿estás lista?- golpeo la puerta de mi hermana menor.

- ¡Me faltan los zapatos!- grita y río por lo bajo.

- Bien, voy a preparar el desayuno.

Una vez acabado el desayuno nos encaminamos a la escuela.

- Adiós- me despido con un beso en su frente.

- Adiós - dice y corre dentro del aula.

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- ¡Con que tuviste uno de esos sueños eh! te dije que existían- exclama entusiasmada mi mejor amiga.

- Si si, lo que sea- le resto importancia-Solo no quiero pensar en eso, se me hace extraño.

Eli se encoge de hombros, y tras un llamado de atención por parte del profesor, damos por finalizada nuestra conversación

Klaus

Una sonrisa se curva en mi rostro. Las brujas no tienen idea en que se metieron.

Fueron muy tontas al revelarme su secreto. Más bien su más preciada posesión.

La pequeña ________, que resulta ser la bruja más poderosa de todo el mundo. Y pensar que una mocosa de tan solo 17 años concentra todo ese poder.

En fin, aquí estamos yo y Elijah, en el hogar de la niña. Hemos hipnotizado a la madre y a la hermana. Posteriormente logramos convencer al padre de venir y lo hipnotizamos a él también. No extrañarán a su hija.

Esperamos unos minutos a la llegada de ________ hasta que se escucha la puerta principal.

- ¡Llegué!- anuncia una dulce voz - ¿mamá qué...?

_______ se queda muda ante nuestra presencia. Nos analiza al igual que nosotros a ella. Baja, cabello castaño oscuro, ojos negros brillantes y grandes, enmarcados por largas pestañas. Posee unos labios gruesos y bonitos. Finalmente analizo su cuerpo. No es lo que yo esperaba, no es muy delgada, pero tampoco está mal.

- ¿Quiénes son ustedes?- pregunta nerviosa.

- Yo soy Klaus y el es Elijah, y tu eres _______, ¿cierto amor?

- ¿Cómo sabes mi nombre?- suena recelosa.

- Se eso y más, eres tú la que no sabe tantas cosas de ti misma- respondo sonriente. Esto solo logra que ella se ponga más nerviosa. Puedo escuchar su corazón latir con fuerza.

- ¿De qué están hablando? ¿Qué clase de lunáticos psicópatas son ustedes?

- ________- Elijah ignora lo que acaba de decir- hay gente allá afuera que te busca. Digamos que tienes un don muy especial. Debes venir con nosotros.

- ¿A dónde?

- Mystic falls- _______ abre los ojos exageradamente.

- No no, yo pertenezco aquí, a Nueva York. Junto con mi madre y mi hermana- exclama- además, ¿por que debería confiar en ustedes?

- No lo hagas - sonrío. Y cuando ella está por responder algo, le clavo una aguja con sedante. _________ se desvanece en mis brazos.