Capitulo 4

2.5K 124 1
                                    

Sigo a Elijah por un sinfín de pasillos hasta que damos con unas grandes puertas de roble. El vampiro me da la pasada caballerosamente y entro en la habitación seguida por él. Dentro descubro que no es una habitación cualquiera, es una gran biblioteca. Todas las estanterías están repletas de libros grandes y pequeños. Doy una vuelta observando el lugar y puedo notar que hay textos de todos los géneros y años posibles. Esto es un sueño, definitivamente. Siempre me ha gustado la lectura, soy como una devora libros.
Pero algo llama mi atención. En el centro de la habitación se encuentra un pequeño escritorio donde reposan dos grandes y antiguos libros.
- Esos son los grimorios de mi madre- habla Elijah. Estaba tan absorta admirando los libros que había olvidado su presencia.
-¿grimorios?-pregunto sin comprender el significado de la palabra.
-libros de hechizos- me aclara- mi madre era una bruja muy poderosa, no tanto como tú, por supuesto.
- Y... ¿donde está ella ahora?- me atrevo a preguntar. Elijah hace una mueca y me arrepiento de sacar el tema.
- Ciertamente no lo sé- suspira.
Me quedo muda, no sé qué responder. En cierto modo me siento identificada, yo tampoco sé donde están mis padres. Algo me dice que debo estar enojada con Klaus pero no puedo. Le creo a Elijah cuando dice que lo hacen para protegerme.
Pero lo de su madre parece ser algo más serio.
- antes dijiste que me perseguían- rompí el hielo- puedo saber ¿quiénes?
-Las brujas- comenta serio. Me quedo perpleja, ¿por qué los de mi misma clase me perseguirían? Elijah nota mi cara de confusión, por lo que prosigue-Hay brujas que creen que eres un ser divino, un regalo de la naturaleza. Sin embargo, otras creen que eres solo destrucción y desean sacrificarte en honor a los espíritus, dicen que tu gran poder sería entregado a la tierra y ellas podrían renovar el suyo.
- gran poder... ¿Es eso cierto? Es decir, yo me siento tan normal, tan insignificante...- comento pensativa.
Elijah levanta mi mentón y me mira con ternura. Con su mano izquierda me acaricia la mejilla.
- no digas eso _________- me reprende suavemente-eres especial, eres un regalo, y debes aprender a apreciarte a ti misma, pues eres muy valiosa- hace una pausa- uno hagas caso a los comentarios de mi hermano, después de mil años aún no ha madurado.
Ambos reímos. En cierto modo estoy un poco avergonzada de que haya escuchado mi discusión con Kol, pero sus palabras me hacen olvidar todo.
- _______- vuelve a retomar la palabra- te prometo que te protegeré no importa lo que pase.
- ¿Lo juras por la garrita?-señalo mi dedo meñique
Ríe- Por la garrita.


* * * * * * *

Camino hacia el despacho de Klaus en su búsqueda. Estoy nerviosa y me sudan las palmas. Voy con un fin: pedirle que me deje volver al instituto.
Sé que es una petición un poco estúpida, pues está claro que nunca volveré a mi vida antes de descubrir que era realmente. Pero no quiero estar todo el día sin hacer nada y sentirme una inútil. Yo tenía sueños, y quería convertirme en una profesional. Alucinaba con medicina forense, letras y otras diversas carreras. Y aunque eso nunca se cumplirá, estar en el instituto me ayudara a no sentirme tan defraudada.
Llego y veo la puerta abierta. Pensé que sería algo así como un escritorio lleno de papeles y bolsas de sangre pero no es así. En su lugar me encuentro con un estudio de arte.
-Pasa, amor- me llama. "Esa rara costumbre que tiene de llamarme amor..."
Me adentro en la habitación. Lo veo de espaldas, dando pequeñas pinceladas a lo que parece ser un zorro.
- ¿Eso es un zorro?-pregunto
- Depende de cómo lo veas- se voltea mientras se limpia las manos- yo veo a un sobreviviente.
Me quedo absorta por su respuesta.
- Uhmm...puede ser-murmuro
- De todos modos, ¿a qué venías?- pregunta con curiosidad, y puedo apreciar su fascinante acento inglés. Sensual (1313)
-Ehh...pues, quería hacerte una petición - asiente en señal a que prosiga- me gustaría volver al instituto.
Klaus me mira asombrado, para luego asomar una sonrisa sarcástica por sus labios- ¿y para que querrías volver a tan maravilloso lugar?-pregunta con ironía.
- No quiero quedarme aquí encerrada y sin hacer nada
Klaus parece pensárselo un momento mientras que yo en mi interior ruego porque diga que sí.
- De acuerdo pero habrán condiciones- responde serio.
- Lo que sea.
- Uno, nada de magia ni de decir que eres bruja. Nadie debe saber que eres una bruja- asiento- dos, no nos conoces, vives con tus primos pero no puedes traer a nadie- arqueo una ceja, pero no parece darle importancia- y tres, no importa cuánto estrés escolar tengas, tienes que practicar con los grimorios.
- ¡Hecho!- exclamo.
- Bien, mandare a alguien a inscribirte.
-¡Gracias!- digo mientras me encamino a la salida
- Empiezas mañana
- Mañana es domingo- protesto riendo.
- Entonces pasado- responde irritado.

Expect the unexpected (Los Mikaelson y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora