Capitulo 7

2.1K 110 3
                                    

- Entonces, ¿qué te parece?- pregunto con una gran sonrisa, expectante por su respuesta. Jeremy queda unos segundos meditándolo, pero finalmente sonríe.

- Sí, creo que una maqueta sería genial. Es decir, es creativo, y le podemos poner sarcófagos y momias- concuerda.

- Y jeroglíficos, es importante- añado.

Jeremy y yo nos ponemos a trabajar en lo que será nuestro gran proyecto de historia: una pirámide egipcia. Es la idea más creativa y menos tediosa que se nos ocurrió. No es que yo sea asombrosa haciendo maquetas y eso, pero algo sé.

En la comodidad de su sala de estar comemos galletas mientras armamos nuestro proyecto. Son ya las siete de la tarde, y el frío se empieza a notar.

Tirito un poco, y Jeremy lo nota.

- Estás algo desabrigada, ¿no quieres que te traiga algo de Elena?- pregunta preocupado

- No, gracias- respondo, no queriendo abusar- no creo que algo me quede, además, en un rato me debo ir.

- Bien, pero déjame buscarte una manta por lo menos.

Jeremy sube a por la manta mientras yo sigo pintando unas pequeñas esfinges dentro de nuestra maqueta. Oigo la puerta de entrada sonar.

- ¿Jeremy?- levanto la vista y veo a Elena...y al señor Saltzman- Oh _______, no sabía que estabas aquí.

- Perdón si incomodo, Jeremy y yo estábamos trabajando- digo, algo avergonzada.

- No incomodas para nada ______- habla el señor Saltzman- es más, me alegro mucho de que estén trabajando en el proyecto de mi clase.

- Bueno, preferimos adelantarnos a que dejarlo para última hora, señor Saltzman.

- Por favor ______, dime Alaric fuera de la escuela.

- Está bien- sonrío tímidamente.

Jeremy baja dentro de poco con una manta en los brazos. Sin yo pedírselo, me la coloca sobre los hombros, de tal forma que no se caiga. Lo sé, un muchacho adorable.

Se nos pasa volando el tiempo, cuando veo el reloj nuevamente dan las ocho treinta. Recuerdo que en casa quizás estén un poco preocupado, no respondí las llamadas de Elijah ni de Klaus durante todo el día. Probablemente a Kol y a Rebekah les importe un pepino si me raptan y trafican mis órganos. Bueno, ni que me doliera.

- Jer, creo que ya es hora de que me vaya- digo después de un rato.

- ¿No te quedas a cenar?

- No, lo lamento. En casa deben estar esperándome.

- Oh...bien... ¿Y qué hacemos con el resto de la maqueta?- pregunta, señalando nuestro trabajo.

- Yo me la llevo y le doy los toques finales- veo que va a protestar pero le interrumpo- es poco, no pasa nada.

- ¿Por lo menos me dejas que te lleve?

- Noup, tomaré un taxi.

- Que terca que saliste- ambos reímos.

Jer me acompaña hasta la puerta, y tras despedirme de Elena y Alaric, camino a casa. Me quedo un rato buscando taxi o algún colectivo, pero para mi mala suerte, no pasa ninguno. Decido caminar, total, la casa-mansión-loquesea no está a más de treinta minutos.

Ya llevo veinte minutos de caminata cuando me encuentro con el bosque. Mie..rda, se me había olvidado que era parte del camino. De día estaba bien, pero de noche era espeluznante. Saque mi celular. Nada de señal.

- Fantástico- murmuro irónicamente. Tras un suspiro me armo de valor y apuro el paso.

Está todo tan callado. Lo único que escucho son grillos, uno que otro búho y mis propias pisadas. Trato de calmar mi respiración, que está un poco acelerada por los nervios. Y como por si fuera poco, me cuesta ver en la oscuridad.

Hasta que una ráfaga de aire pasa por mi lado. Y otra vez, y otra. Está rodeándome. Ahora sí que estoy jodida.

- ¿Ho-hola?- tartamudeo.

- ¿Qué tal niña?-pregunta una voz detrás de mi.

Me giro y me encuentro con un hombre. Debe tener aproximadamente veinticinco años, cuerpo esculpido, cabello negro y ojos increíblemente azules. Y por supuesto, es un vampiro.

- Aléjate- le ordeno. Esto solo logra que suelte una risita arrogante.

- Me gusta cuando la comida se resiste un poco, sin embargo, hoy no estoy de juegos.

Y entonces, una pequeñas venitas comienzan a asomarse bajo sus ojos, y estos se tornan negros. El vampiro se acerca peligrosamente a mí, y cuanto está a punto de lanzarse a mi garganta, pongo mi mano frente a mi rostro.

En ese instante algo pasa, porque el vampiro sale disparado hacia atrás y choca fuertemente contra un árbol, quedando inconsciente. Sabiendo que no durará mucho en ese estado, aprovecho el momento y corro lo más rápido que puedo.

Ya estoy lejos cuando mis piernas me piden parar. Me dejo caer al suelo un segundo para luego examinar mi maqueta. Por suerte esta no ha sufrido ningún rasguño.

Me queda poco para llegar a casa, por lo que no demoro. Apenas cruzo el umbral, veo mi reflejo en uno de los vidrios. Dios estoy desastrosa, mis botas, falda y blusa están embarradas, y mi rostro, lleno de tierra. Suelto una pequeña risita.

Subo las escaleras silenciosamente. Sin embargo, no resulto tan silenciosa.

- ¿________?- me sobresalta la voz de Klaus.

Me volteo con mi mejor sonrisa falsa-¿sí?

- Báñate, y vienes a mi estudio- se da vuelta, y se aleja, serio.

Uh-Uh. ¿Estoy en problemas? ¿Cómo los conseguí tan rápido?

Con estas preguntas en mi cabeza, hago lo que el híbrido me pide. Me baño, me visto con el pijama y me cubro con la bata. Me pongo pantuflas y bajo.

Camino temerosa, pero decidida. Decidida a no dejar que me intimide.

Pero todo ese coraje se va a la basura en el momento en el que entro al estudio de Klaus. El Mikaelson jefe me mira serio. Su cara me da terror, y ni la cara de Freddy me da terror. Trago saliva, y, esquivando su mirada me acerco.

- Creo que tú y yo debemos establecer reglas- dice.

Arqueo una ceja

- ¿A, si?- pregunto, un poco desafiante.

Klaus, asombrado por mi repentina rebeldía, responde- si, y no intentes ir en mi contra.

Expect the unexpected (Los Mikaelson y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora