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Tres semanas después:


Estaba en el ascensor justo llegando a la oficina por la mañana, traía bajo el brazo un montón de papeles cuando surgió otro problema. 

Me llegó un mensaje al celular de  un número que solo me contactaría si era una emergencia, así que le devolvi una llamada allí mismo.

—¿Que pasa? —dije, escuche lo que tenía que decirme y después contesté, —Estaré ahí esta noche, a por cierto gracias por las flores de la última vez —y después colgué.

Después entré a la oficina de Hammer, trayéndole el informe de compras y ventas, él ya se estaba tomando su café y yo ya me iba cuándo me dijo de la nada.

—¿Quién te habló en el asensor? —dijo de repente.

—¿Cómo? —pregunte.

—Es una aplicación —dijo mostrándome su celular—puedo ver cada cámara del edificio en mi teléfono, lo que incluye el asensor.

—Era una llamada personal, señor Hammer.

Hice una pausa, no me dejó de ver con curiosidad, ¿también me escucharía al teléfono? Asi que intervine.

—Señor tiene que ver este informe al parecer la empresa de Francia está siendo visitada por un comprador chino esta misma tarde, la información se filtro por un asociado de las oficinas de allí, si esto sigue así tendrá que renegociar la compraventa del S9 nuevo, conforme a la producción en masa.

—Vaya—dijo viendo el papel con intriga— esto es apresurado, parece que tendré que ir a Francia y hacer una mejor oferta.

—Señor, si me permite pareciera que eso era lo que ellos planeaban desde el comienzo.

—Estas diciendo... —volteó a verme enojado—que ellos lo planearon desde el contrato.

—Lo que estoy diciendo es que hay que ir a ver qué tipo de trato se hizo justo ahora y solo después de ver cuánto están ofertando, por un motivo nos vieron antes y solo viendo la cifra ahí hacer un nuevo contrato, parece demasiada coincidencia.

—Vaya, pues tendré que ir a verlos para ello, cancela mi agenda de la semana y...—mientras lo apuntaba en los pendientes e intervine.

—Ah y tiene una cita con Steve para aprobar la portada de la revista del próximo mes, si lo pudiera ver hoy.

—Ahh si iré con él.

—Me parece que salio, no lo ví justo ahora por Diseño, lo llamaré.—dije.

—Bien y  ¿te puedo pedir algo mas Liz?

—Lo que sea, digame. —dije con el celular en la mano.

Pensé que me pediría no sé, hacer una reserva en algún restaurante o pedir sus trajes de la lavandería, hacer su maleta... pero no.

—¿Te puedo pedir que vengas conmigo? David salió de viaje por motivos personales y...—lo estaba pidiendo ¿de verdad?.

—Claro, vamos a verificar esa oferta señor, ¿algo más?

—Bueno los boletos de avión ya que el jet esta en revisión, eso sería todo. —dijo satisfecho, algo muy raro en James Hammer casi una sonrisa, casi.

Maldito James Hammer lo que tenía de sexy lo tenía de idiota total.

Me fui a la computadora de mi cubículo con la intención de reservar el vuelo y de la nada por la puerta de presidencia salio corriendo James.

—¡Liz! —dijo gritando.

—¿Si? —por que me gritaba...

—En el vuelo reserva los asientos juntos no quiero que un extraño se siente a mi lado, pide primera clase y averigua si admiten millas de viajero.

—Claro señor, ¿algo más? —creo que debía preguntar tenía una cara de preocupación que en realidad sí daba rareza. De la nada estaba yendo a París con James y por algún motivo estaba emocionada por ello, era una idiotez y lo sabía pero eso era otra cosa.

Después de eso dio otro portazo y yo me quede viendo como tonta la puerta ¿que le pasaba?


ESE DEMONIO ES MI...JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora