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ELIZABETH

Nos instalamos en el La Comtesse e hicimos chec-in por la noche pues al parecer ya no había vuelos disponibles, para hacer el trato el día de mañana preparé cada documento y me fui a la cama pude dormir muy poco en el avión, después de todo tenía a James Hammer acosador profesional a mi lado.

Que si veia una película, que si elevaba o bajaba el asiento, que "de que trata tu libro", era algo fastidioso hasta que me atreví a preguntarle si estaba nervioso. El caso se la pasó haciendo preguntas acerca de todo en la película y ahi estaba yo respondiendoselas.

Las noticias locales hicieron su trabajo y notaron su presencia como dueño de A&H en cuanto llegó al suelo parisino yo por mi parte me escabullí de fotos y me encargué de los medios al dar la noticia de que buscaba mejorar los lazos entre París y Nueva York, todo por telefono.

La publicidad era buena Francia era una de las sedes de industrias Hammer y valía la pena la visita, su edificio era alucinante. Iba tomando fotos de las cosas que me gustaban, un florero, del recibidor, o hasta las tarjetas de presentación de aquí.

La compraventa y el progreso del contrato acabó con tres juntas larguísimas en tres días en los que solo pude pedir servicio a la habitación al llegar de la junta, quería salir y disfrutar Paris pero a parte de jet lag tenia como un cansancio que me invadía, pues llegando de cada junta debía mandar cada documento a las oficinas de NY y eso tardaba.

Pero en mi opinión dejo bien puesta la postura de hacer tratos y no ir con la contraoferta pues la opción era perder el total apoyo de la empresa A&H es la primera vez que lo vi darles una de las miradas que matan, y debo decir que era genial cuando no iba dirigida a ti.

Estaba cansadísima para la misma hora de comida en la que en la entrada habían dejado un paquete eran de un gran interprete del jazz Tony G, al parecer le envió boletos de primera fila a mi jefe y al parecer lo conocía y pues la invitación sonaba más como una amenaza que como una solicitud, era raro.

Cuando se lo dije solo tomo los boletos y negó con la cabeza y vi en su cara una sonrisa, después fuimos a cenar, creo que él también había tenido suficiente del servicio a la habitación.

Eran eso de las 7 cuando fuimos a comer algo al restaurante del hotel.

—¿Así que vas a ir al Jazz? —dije comiendo mi filete a la Comtesse especialidad de la casa.

—No lo sé, ¿cuando empezaste a hablarme informalmente?

—Ahh no me di cuenta señor.

—No olvídalo, incluso para la oficina ya no lo hagas.

—No lo creo. —contesté de inmediato.

—¿Por que? —dijo.

—Solo creo que es lo correcto.

Termino no contestando mi pregunta y haciendo caras, era irritable así que seguí comiendo si no me quería contestar allá él...

Comimos y de alguna manera terminé mis tres platos solo saboreando mi comida, cuando de repente se levantó de golpe de la mesa.

—¡Así que aunque te lo pidiera no irías conmigo! —dijo totalmente enojado.

—¿Cómo?—dije desprevenida.

—Ni siquiera al jazz, pues sabes que ¡iré solo!

—Esta... bien.—pero igual sonó a pregunta.

—Me voy, que carguen la cuenta a la habitación.

Y me dejo en la mesa preguntándome por que diablos se enojaba de la nada, enserio que a veces si que me preguntaba si tenía trastorno bipolar, yo nunca había conocido a nadie con la enfermedad así que solo pretendí ignorarlo, después de todo tenia mi postre.

De repente el mesero llego y dejo una copa de Cosmopolitan frente a mi y antes de que pudiera decir que yo no lo pedí, dijo:

—Del caballero de la barra.

Agarre mi bolso, una buena propina y le di una última mordida a mi musse de chocolate y después me paré.

—Dígale que seguro le funciona siempre pero conmigo no.—justo ahí le di la propina.

Me paré y vi que varios me observaban seguro se preguntaban si correría tras Hammer, pero hice lo que pidió "solo cargarlo a la habitación", me fui un rato al lobby tome mi teléfono y me distraje con mis audifonos en Tik Tok, aún no me quería ir a la cama.

Al día siguiente se hizo la firma del nuevo contrato al final con ello terminamos en mejores términos del contrato con lo que ganaría más de lo que originalmente unos millones más, lo mismo de siempre. 





ESE DEMONIO ES MI...JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora