"Alguien para ti"

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-        ¡Maldición! ¿Por qué me tiene que afectar tanto lo que ella diga? A mí no me debería importar lo que Kyle haga con su vida…

Angelique estaba en su nueva habitación, estaba a punto de explotar de enojo, de celos. No iba a reconocerlo pero era la verdad, además de eso quería reclamarle por no decirle que Camille era su novia. Una parte de ella le decía que no tenía derecho a reclamarle pero la parte más poderosa e ordenaba que le reclamara por ser tan estúpido y no decirle.

-        Smith–, llamó.

-        Dime Angelique, ¿Qué sucede?

-        Eso es lo que yo me pregunto–, el ojo azul frunció el ceño, sin entender–, ¿Por qué te callaste? Debiste decirme que tenías una novia que vive contigo, que están muy felices, que eres su rey y ella tu reina. Já, menuda ridiculez–, aseveró con todo sarcástico.

-        ¿Tienes fiebre o algo? Estas delirando, no sé de qué me estás hablando.

-        ¡No seas FALSO! Camille me dijo todo, ya no ocultes más tus mentiras.

-        ¿To…Todo?–, la miró directo a los ojos, y luego la puso ambas manos en sus hombros–, Escúchame, lo que sea que Camille te haya dicho sobre ella y yo, es falso.

-        No te creo.

Kyle se acercó un poco más a ella, casi sus narices se tocaban.

-        Yo estoy guardando mi corazón para la mujer indicada, con quien mi historia podrá tener muchas comas, interrogantes, exclamaciones inclusive puntos suspensivos, sin embargo, nunca tendrá un punto final.

Angelique quedó hipnotizada por sus palabras, con esos ojos azules que indirectamente le estaban declarando algo que en el fondo hacía que su corazón se sintiera cálido.

Ambos permanecieron mirándose unos momento más, y después de ese incidente pasaron varios días. En estos días Kyle en enseñaba a Angelique como debía lavar la ropa, aunque ella se cansaba muy rápido y le pedía que usaran una lavadora.

-        No seas malo Kyle…

-        Mira aquí–, al girar, él le echo agua en el cabello–, Jajajaja, lo siento, era algo inevitable.

-        ¡Eres tan idiota!–, ambos empezaron una guerra, reían y se divertían.

Lo mismo era cuando Kyle iba a despertarla antes del amanecer para preparar el desayuno. La castaña se quejaba mucho, él tenía un rociador con el que le echaba agua en la cara.

Obviamente, Angelique lo golpeaba cuando él osaba hacerle eso. Pero ninguno podía negar lo mucho que se divertían tratando de hacer cosas de la casa, como el desayuno, limpiar, lavar la ropa y plancharla.

Estaban formando recuerdos muy hermosos, unos que atesorarían en sus corazones. Además de los moretones que le quedarían a Kyle por los golpes que tenía a causa de Angelique.

-        Al final termino haciendo todo yo, tú solo estás ahí dándome indicaciones de cómo hacer las cosas. Eso está muy mal señorita–, ambos rieron mientras se acostaban en el pasto del patio, mirando las nubes en el cielo.

-        No sirvo para hacer esas cosas, soy un desastre. Por cierto, quería preguntarte algo.

-        Sí, dime–, dirigió su mirada hacia el delicado perfil de la castaña.

-        Ayer observé que en el calendario hay marcado una fecha, dentro de unos cuantos días. ¿Es algo importante?

-        ¡AH! Pero por supuesto que es importante, es hasta algo más importante que el cumpleaños de la Reina de Inglaterra. Es mi cumpleaños–, le sonrió.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2014 ⏰

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