Cuando Kyle estaba a punto de decir la verdad de su pasado a Angelique, algo atrapó la atención de ella, desviando su mirada.
- ¿Qué hace ella aquí?–, susurró para ella misma pero esto fue oído por Kyle.
- ¿Qué…?–, giró su cabeza hacia la puerta principal, donde una rubia muy guapa con un arreglo floral se encontraba.
- Permiso–, Angelique empujó un poco a Kyle, golpeándolo nuevamente y se abrió paso hasta la puerta principal.
Caminaba decidida, sin vacilar un momento pues no podía permitir que esa mujer estuviera ahí. Pero entonces alguien la detuvo por el brazo.
- No quiero ser rudo, Miss Everdeen pero… Este no es asunto suyo, si no mío–, la castaña lo observo indignada con lo que le decía.
- ¿Qué piensas? Maldita sea, ¿Crees que tus mujercitas pueden venir a saludarte cuando se les dé la gana?
- Ah realmente… Tiene que ser una broma–, dijo mientras revolvía su cabello, irritado–, Espéreme aquí, voy a pedirle a Camille que se vaya.
La joven sonrió victoriosa cuando vio a su mayordomo marcharse, pensaba que ella había ganado sobre la rubia esa.
- ¿Qué rayos hago pensando en esto? Mejor voy a seguirlos para ver que le dice.
- Ven aquí–, Kyle apretó el brazo de su rubia amiga y la llevó a la parte de atrás de la mansión.
- ¡Ah! ¡Me duele! Lo siento…–ella lo miró fijamente–, Solo vine a traer ese arreglo para el Mayordomo Geoff y tengo unos cuantos en el auto que pidieron para la decoración del baile de hoy.
- ¿Baile?
- ¿No lo sabías? Ah claro, olvidé que no estuviste viniendo a trabajar porque estabas mal. ¿Te sientes mejor?–, él asintió–¸ No te he podido hablar contigo desde aquella vez que salimos juntos…–, la rubia se sonrojó.
- Camille… Yo–
La rubia se acomodó entre sus brazos mientras él trataba de hablar.
- En serio tú… No sabes cuánto te quiero Kyle.
- Lo sé Camille, yo te quiero también–, ella lo miró a los ojos con una ilusión creciente en su mirada–, Eres como una hermana para mi Cam… Siempre voy a cuidar de ti. Solo eso.
- No… Yo no quiero ese cariño.
- ¿Qué…?
Camille vio la duda en su mirada pero ella no dudó en poner sus labios sobre los de él ni un segundo.
- ¡Oh!–, hipó la voz de una mujer escondida–, ¡Estúpido Kyle Smith…!
- Cami… Cami… ¡Camille!–, la apartó de él mientras ella lo miraba con los ojos vidriosos.
- Yo te amo Kyle. Te amo–, volvió a besarlo, esta vez sin miedo, apasionadamente.
- No puedo quedarme aquí viendo esta basura…–, Lady Castle apretó un puño mientras se marchaba a prepararse para el almuerzo especial.
Nuevamente el ojo azul la apartó, esta vez con delicadeza, como su ella fuera a quebrarse en cualquier momento.
- Lo lamento Camille, yo no puedo… No puedo corresponderte de la manera en que tú quisieras
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Lady Castle
Roman d'amourTiempo. Tiempo es lo que Kyle necesita para recuperar a su dama. Gracias a un oscuro secreto Kyle fue separado de la joven cuyo verdadero nombre efectivamente es Angelique y quien ahora lo olvidó por los lujos y comodidades. Kyle un día le prometido...