Elohim: Capítulo catorce (Final)

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Me acomodo la mochila en mi hombro y espero a que Benyamin abra la puerta.

Todos los chicos y Diana se encontraban sentados en el comedor, cabizbajos. La chica al verme me quedó observando por unos segundos, hasta que decidió evadir el contacto visual, ya que mi rostro en aquel momento representaba furia.

Caminé directamente al lado de Jack donde estaba Diana y la enfrenté. -Eres una completa puta, no deberías estar aquí, joder -susurre en su oído.

Noté como una lágrima cayó y giró su mirada enseguida.

-No te hagas la víctima, ¿quieres?

- ¡¿Quieres hacerme el favor de callarte?! -dijo entre dientes.

-Te irás al infierno, y no me callaré hasta que regreses a mi hermano. De hoy en adelante lo único que querrás es irte -continuaría, ya que sentía mucha rabia en éste momento, pero Jack me acaba de empujar.

-Déjala, Evan -la miré por última vez y giré mi cuerpo para subir a mi cuarto, lo que Benyamin me impidió.

-Diana, deberás quedarte aquí en la tierra -dijo Benyamin, mientras sostenía mi brazo con su fuerza -que es tres veces más que la mía- y yo sólo intentaba soltarme.

- ¿Por qué? -preguntó desde dónde estaba.

-Debemos terminar una misión -asiente.

-Está bien -dice ella, secándose las lágrimas y caminando hasta la escalera para subir a su cuarto.

19

Había pasado una hora, ya me había duchado y cambiado de ropa, y también había comido una pizza. Ordené toda mi ropa en los cajones y le di un cambio a mi cuarto. Me recosté en mi cama y mirando el techo me puse a pensar sí en verdad era necesario pelear contra Adán, y sí Adán lo ayudó para quedar mejor con Dios luego de toda la mierda que hizo.

Recordé que hace unos días Diana sacó unos libros, en dónde contaba todo exactamente como ha sido durante toda nuestras vidas. Tal vez Adán ya ha sido derrotado antes y quizás esté escrito en algún libro. La llegada repentina de Caín a nuestra casa y la noticia de qué con Diana eran hermanos, fue un poco abrumador, y parecía casi como si me agarraran los pelos, ya que la forma en la qué Caín la miraba no era digna de hermanos. Y otro asunto que me tenía pensando era el de la muerte de Naamah, que murió de un día para otro, y aún no se sabe la razón.

Me levanté y fui hasta su cuarto. Toqué la puerta, como siempre no dijo ni siquiera una palabra, pero más me jodió cuando intenté abrirla y estaba con pestillo.

- ¡Sabes cuánto me jode que no respondas cuando te llamo! -seguía sin responder, ya me había acostado en su puerta, y de aquí a que la abriera estaría así un buen rato.

- ¡Joder, solo necesito pedirte algo! -ahora apoyé ambos brazos en ésta y mi cabeza.

Se abrió la puerta y me acomodé rápidamente con una postura que llegara a su altura. -Si vienes para acostarte conmigo y después irte, puedes joderte -la puerta iba directo hacia mí, pero la detengo con mi mano.

-Necesito los libros que sacaste el otro día de la biblioteca.

-Los dejé abajo en su estante -se giró.

- ¿Podrías ayudarme? Creo saber quién está detrás de todo esto.

- ¿Detrás de qué?

-De la muerte de tu madre. Sé que no fue intencional.

-Evan, ya ha pasado bastante tiempo, realmente no me interesa saber nada de mi madre, ni de príncipes, ni dioses, ni siquiera de ustedes.

-Por favor Diana, necesito saberlo todo antes de irme.

•Diana | versión actualizada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora