Con todo el cansancio de un pesado lunes, volvía a casa por fin.
Bajó del lujoso auto y se estiró intentando relajar su cuerpo, después de haber estado en la silla de oficina casi todo el día.
Miró su reloj para confirmar que era justo la hora de cenar, pero por alguna razón, la casa estaba silenciosa.
Sin darle importancia abrió la puerta principal y dejó el maletín tirado por allí mientras se quitaba los zapatos y el saco.
Avanzó hacia la sala esperando encontrarse con alguien, pero parecía no haber nadie en casa aparte de las mascotas, hasta que notó que Hyungwon estaba sentado en uno de los sofás con la bebé en brazos.
— Hola Hyugw... — él puso un dedo sobre sus labios en señal de que debía hablar en susurros, Wonho se detuvo un poco vacilante, pero después de un momento entendió, asintió y avanzó hacia él con mucho cuidado de no hacer ruido con sus pasos — ¿Donde están los demás? — se sentó a su lado y le dio un fugaz beso en los labios — no es normal que estés solo tan temprano...
— Se han ido... — Hyungwon sonrió viendo a la bebé — es el aniversario de tus padres ¿no lo recuerdas?
Wonho se dio un facepalm.
— Lo olvidé por completo... — pasó su mano derecha por su rostro, un poco molesto consigo mismo por olvidar esa fecha importante para su familia — y... ¿Donde está Ruby?
Hyungwon se encogió de hombros.
— No lo sé... — acomodó la manta de la bebé — desde que dejó de trabajar y se dedicó únicamente a su novio, parece que vive en vacaciones y una luna de miel constante...
— Como tu y yo... — Wonho se acercó juguetón y dejó un suave beso en el sensible cuello de Hyungwon mientras él sonreía.
— Pero que dices... Claro que no — lo miró sonriente y le dejó un beso en la boca que fue interrumpido por un movimiento leve de la bebé — mierda, vamos a despertarla si seguimos así...
Wonho abrazó a Hyungwon pasando su mano por detrás y lo atrajo un poco hacia él.
— Pues yo opino que nos hace falta una nueva luna de miel... Sin vómitos ni síntomas de embarazo esta vez — sonrió y Hyungwon rodó los ojos.
— Ni que lo digas... —suspiró y volvió a dirigir su mirada a la bebé — duerme como tú, es tan identica a ti que no podrías negarla aunque quisieras...
Wonho se rió bajito.
— Si es identica a mi es perfecta ¿no crees? — arqueó una ceja juguetón y Hyungwon le dio un pequeño golpecito en el brazo.
— Maldito presumido... — sonrió y miró a la bebé una vez más y es que verla parecía que se había convertido en su deporte favorito, jamás se cansaba de eso — pero tienes razón, ella es perfecta...
— Te lo dije... — Wonho sonrió sin notar el cambio de humor que Hyungwon estaba teniendo en ese momento.
— Voy a dejarla en su cuna para que cenemos... — se puso de pie sin mirar a Wonho y subió las gradas cuidadosamente hacia la habitación de la bebé.
La depositó suavemente sobre el colchón y acomodó muy bien su pequeña sábana, entonces se giró para ver que el resto de la habitación estuviera en orden mientras ella dormía plácidamente y muy calientita en su cómoda cuna.
Pero su corazón nostálgico no pudo evitar apartar sus ojos de aquella pared.
Aún dolía ver el espacio entre las huellas de sus manos, aquel pequeño espacio destinado para una personita que jamás llegó a conocer la bonita habitación.
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