La noche estaba fresca, hacía una leve vestizca que refrescaba muy bien toda la casa y la noche pintaba a que sería perfecta para dormir de cucharita con su esposo.
Se sentó en la cama mirando fijamente al delgado quien estaba frente al espejo muy concentrado en aplicar un par de cremas faciales para hidratar su hermosa piel.
— ¿Terminarás pronto? — soltó un bufido de aburrimiento, ganándose automáticamente una mirada sarcástica de parte del menor.
Volvió a mirar al espejo y sonrió aplicando suavemente su crema.
— No lo sé, quizá tarde dias... — suspiró con fingida pena — ser hermoso es una tarea difícil.
Wonho bufó.
— ¿Qué hay de mi? — Hyungwon lo miró — ¿Tan poco te duele dejarme aquí esperando?
El menor rodó los ojos y se rió.
— ¿Desde cuando eres tan dramático? — se puso de pie y comenzó a caminar hacia él — ¿Por qué quieres toda mi atención?
Llegó al borde de la cama donde Wonho estaba sentado y se sentó a horcajadas sobre su regazo.
Entonces Wonho no dejó pasar la oportunidad y posó sus manos en aquella pequeña cintura que tanto amaba tocar porque sentía que había sido hecha a la medida de sus manos.
— Antes era toda mía... — hizo un puchero — ahora la repartes en mil cosas y aún así me haces esperar... — le dio un beso en el pecho, abriéndose camino a través de la bata de baño — además, me prometiste que en cuanto cumpliera tu fantasía ibas a volver a bailarme y ha pasado mucho y sigues sin hacerlo...
Hyungwon soltó una carcajada.
— Ya estamos muy viejos para esas cosas ¿no crees? — arqueó una ceja y dejó un corto beso en los labios de Hyungwon — además ahora no estoy como antes... Ni siquiera luzco bien hoy...
Hizo un puchero ganándose un ceño fruncido de parte de Hoseok.
— No digas tonterías... — le dio una fuerte nalgada y sonrió ante el quejido que soltó el delgado — y no hagas ese tipo de sonido que me excitas...
El delgado rodó los ojos y se puso de pie.
— Eres insoportable... — guardó las cosas que estaba utilizando y miró desde allí a Hoseok quien mantenía la mirada clavada en él, entonces se rió — me gustaría saber que demonios pasa por tu mente... Y qué demonios pasó por tu mente en aquel momento también...
Wonho soltó un largo suspiro.
— Solo podría decírtelo si lo veo nuevamente... — puso cara de inocencia — porque justo no recuerdo nada...
El delgado arqueó una ceja con coquetería.
— ¿Ah si? — comenzó a caminar con lentitud hacia él — y si te hago recordar...
Wonho sonrió y mordió su labio al ver como Hyungwon comenzaba con los lentos movimientos de un baile seductor, muy parecido al de aquel caótico momento.
— Creo que recuerdo algo... — susurró mirando precisamente hacia la abertura de la bata que de vez en cuando se agrandaba gracias al movimiento de Hyungwon — cuando te vi de esa manera, pensé que el alcohol me había jodido las neuronas y por eso me puse caliente... — Hyungwon soltó una risita al ver a Wonho suspirar abatido — que imbécil que era...
Negó levemente sin poder apartar su mirada de él.
— ¿Y cuando hice esto? — sus manos acariciaron su propio cuello y comenzaron a descender adentrándose levemente en la abertura de la bata para finalmente acabar en su entrepierna y regresar por el mismo camino — ¿que pensabas? — susurró.