- Pensé que habías dejado de llamarme así.
- Te dije que te dejaría de llamar así cuando dejaras de serlo. - Giré mi cabeza para mirarlo de reojo con una sonrisa, me sentía muy aliviado de estar hablando así con él.
Hizo un puchero que fue el peor intento de ternura que había visto en la vida.
Noté las miradas de algunos sobre Namjoon, nadie lo conocía ni sabía por qué estaba aquí entre nosotros.
Los tacones de la dueña sonaron por el pasillo hasta llegar frente a nosotros y mirarnos detenidamente en silencio.- Niños, quiero que conozcan a una nueva persona. - Señaló a Namjoon y movió su dedo para que se acercara a ella.
Él se fue de mi lado y se puso adelante de todos con la cabeza en alto y las manos entrelazadas por delante de sus caderas.
- Hola, soy Kim Namjoon. Seré su compañero de trabajo desde hoy.
- Namjoon estará con nosotros de viernes a domingo y en caso de requerirlo. - La dueña puso sus manos en los hombros de Namjoon y los apretó como queriendo decir que era propiedad de ella. - Cuídenlo y llévense bien, ¿Sí?
Nadie dijo nada, sólo movimos la cabeza en señal de aceptación. La dueña sonrió falsamente y se fue para dejar que los clientes comenzaran a pasar.
No tardaron mucho en llegar y como casi siempre, las mujeres fueron las primeras en ser pedidas.
Sinceramente hoy no quería trabajar, quería hablar con Namjoon muchas cosas.- ¿Por qué estás aquí? - Ambos estábamos sentados sobre una mesa, con las piernas cruzadas, yo jugaba con mis dedos y Namjoon con los cordones de su zapatilla.
- ¿De qué hablas? Tenía que venir a trabajar... pensé que habíamos quedado en...
- No me refiero a eso. - Lo interrumpí. - ¿Por qué estás trabajando aquí?, ¿Por qué quisiste trabajar en algo como esto?
Namjoon agachó la cabeza dejando de mirarme y haciendo que yo me centrara más en su rostro apenas visible detrás de su flequillo.
- Necesito dinero rápido.
Se veía sombrío, quería preguntarle el por qué pero me retuve. Quizás era un tema demasiado personal y delicado para él y apenas nos conocíamos, ni siquiera éramos amigos.
El silencio empezó a ser incómodo y odiaba sentirme así, sentía que la había cagado al preguntarle eso y debía hacer algo para animarlo nuevamente. Me gustaba su sonrisa.- Te ves muy guapo... Tu nuevo color de pelo te queda muy bien. - Sentí mis mejillas enrojecer, normalmente no era yo el que decía estas cosas.
Al escucharme levantó su cabeza para mirarme un poco sorprendido. Unos segundos después dos pequeños hoyuelos adornaron sus mejillas, así me gustaba verlo.
- Gracias.... Tu también te ves muy guapo hoy.
- Yo siempre me veo guapo. - Solté con narcisismo sacándole una pequeña carcajada.
- No lo niego.
Una cabeza rubia llamó mi atención al entrar, era aquel chico virgen, que ya no era virgen... ¿Cuál era su nombre?
Habló con la recepcionista y se dio la vuelta, al verme me sonrió y camino hacia mí.- ¡Seokjin! - Se notaba emocionado y sus pómulos brillaban enrojecidos.
- ¿Sí?... ¡Sanha! - Recordé su nombre justo a tiempo.
- Que bien... te acuerdas de mí. - Miró por unos segundos a Namjoon y volvió a pegar su vista en mí. - ¿Has visto a Yugyeom?
- Eh, sí. Acaba de ir al baño por allá - Señalé el camino y Sanha sonrió otra vez y se marchó casi corriendo al mismo tiempo que decía gracias.
- ¿Quién era él? - La voz de Namjoon volvió a llamar mi atención.
- Un chico que preguntó por mí la semana pasada y Yugyeom terminó atendiéndolo porque yo estaba ocupado con... - Mi mirada se desvió a la entrada. Era como si sólo por pensar en él lo hubiera invocado. - ... Ji Sub.
Al verme caminó hasta mí y dejó un pequeño beso en mis labios que me dejo embobado, no era usual que hiciera eso.
- ¿Cómo estás, Jin? - Se dio la vuelta para observar a Namjoon unos segundos sin decir nada y volvió a mirarme a mí. - ¿Vamos?
Tiró de mi mano y sólo alcancé a hacerle un gesto de "Hasta luego" a Namjoon, quien nos miraba un poco perplejo, antes de perderlo de vista.
![](https://img.wattpad.com/cover/170091459-288-k481523.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Libro De Las Puertas [Namjin]
FanfictionJin es un huérfano que ha caído en la peor desgracia que pudo imaginar en su vida. Está obligado a vender su cuerpo, pero ya creó mil planes para escapar de tal atrocidad y vivir una vida plena y felíz junto a la persona que ama. Pero él no sabe tod...