15°

209 35 0
                                    

Me fui a esconder al patio trasero, los perros al verme ladraron pero no duraron mucho. Dicen que los animales sienten nuestros estados de ánimo, quizás sintieron que estaba afligido y tuvieron un poco de compasión por mí.

Es extraño que alguien más te diga exactamente lo que piensas. Todos esos malos presentimientos sin base alguna, corazonadas que uno siente a veces.

Todo lo que dijo Namjoon... yo también lo había pensado.
Tenía miedo de que Ji Sub sólo me viera como un juguete, que todas las cosas que dice y promete sean simple palabrería para mantenerme contento.

Pero después llegaba y me miraba con esos ojos profundos y no podía pensar en nada más que el calor que me proporcionaba su compañía.

Quería creer que él sólo me miraba a mí. Que me hacía promesas sólo a mí y que me tocaba sólo a mí.
Pensar que pudiera estar con alguien más a mis espaldas me parecía aberrante.
Al fin y al cabo debía aferrarme de algo para seguir adelante. Si no me sentía feliz a su lado, no tendría a dónde mirar con la cabeza en alto.

Prefería cegarme a una mentira que ver la cruda realidad, sentía que si supiera la verdad me rompería en mil pedazos.
Por eso seguía aferrándome a él. Por eso seguía amándolo.
Porque por ser alguien como yo esto era lo mejor que podía tener.

Escuché ladrar a los perros otra vez y abracé mis piernas, escondiéndome más entre las plantas del jardín. No sabía cuándo mis lágrimas habían comenzado a correr por mis mejillas, pero rápidamente las limpié con mis manos. No quería que nadie me encontrara así, menos aún la dueña. No podía demostrar debilidades o se aprovecharían de mí.

- Aquí estás. - Escondí mi cabeza entre mis rodillas. - Lo siento, Jinnie.

Sentí como se agachaba a mi lado y ponía una mano sobre mi hombro, dándome una pequeña caricia.

- No. - Levanté mi rostro para mirarlo, se veía preocupado y cansado, sus ojos estaban tristes. ¿Había estado buscándome todo este tiempo? - No te disculpes... fui yo el cobarde que escapó.

- Pero fui yo el que quizás exageró las cosas sólo por ocurrencias mías. Puede que nada de lo que dije sea cierto y te hice sentir mal por nada. - Secó una lágrima con su dedo pulgar, dejando su mano reposar en mi mejilla por unos segundos. - Jinnie... No le tengas miedo a la tristeza o el dolor, son ellos los que te hacen más fuerte. Si huyes de ellos estás evitando también el crecer como persona. Esta bien tener miedo, a todos nos pasa de vez en cuando.

Sentí una presión en mi pecho y me llené de un impulso extraño. No lo pensé, sólo me lancé a él envolviéndolo con mis brazos y ocultando mi nariz en su cuello, aferré mis manos a su camisa y dejé que todos mis sentimientos apresados fluyeran.

Sentí sus brazos envolverme y su mano enredarse en el cabello de mi nuca.

¿Quién eres en realidad Kim Namjoon? ¿Por qué siempre que estás a mi lado siento tantas cosas nuevas?

Tengo una extraña sensación por todo esto.

El Libro De Las Puertas [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora