Sakura Rain - ChenMin

17. Un cerrojo en la tierra

La relación de Dae y Minseok se había tensado después de esa conversación en el teléfono, sin saber los verdaderos motivos por los que el castaño había decidió alejarse Dae decidió respetar su decisión, ya que lo que menos quería era alejar aún más a Minseok y si eso significaba ahogar sus sentimientos en el fondo de su pecho él lo aceptaría.

—¿Qué sucede Dae? Estas más deprimido que de costumbre — se mofaba Chan  mientras servía un late.

—No es nada . — susurro malhumorado.

—Sabes, te creería pero tu cara luce más fea que de costumbre, eso quiere decir que estas de mal humor o simplemente estas decaído por algo o mejor dicho .... por alguien ...

—Chan, a veces me dan ganas de encerrarte en la alacena. — suspiró molesto mirando a al mas alto y este le saco la lengua. —¡OK, si es por alguien!

—Lo sabia ... — protestó entrecerro los ojos.

—Lo peor de todo es que estoy en un sitio donde no podré salir.

—No ... puedo ... creerlo... ¡JongDae! ¿¡Te friendzonaron!? — ChanYeol lo miraba con los ojos abiertos de par en par mientras se cubría la boca de asombro.

—¿¡Cómo lo sabes!? Ah ya se, es porque te han mandado tantas veces a ese lugar que ya eres un experto.

—Oye ... deja de burlarte, tu que estas en ese sitio más oscuro que Mordor no tienes derecho a burlarte . — Chan formaba un puchero mientras se cruzaba de brazos.

—OK lo siento ... — se disculpo con una sonrisa melancólica mientras terminaba de limpiar una parte de la barra.

—Oye Dae, no te rindas, se que todo saldrá bien. — ChanYeol palmeaba la espalda de su amigo mientras le dedicaba una sonrisa.

La tarde estaba empezando a transcurrir con normalidad, no había señales de MinSeok otra vez, tal vez se sentía incómodo con la sola idea de pasar con Dae o bueno eso es lo que el pelinegro se imaginaba en su mente.

Mientras las tontas ideas que se formaban en su cabeza tomaban cada vez más importancia casi deja pasar una orden de un cliente en el café .

—Un late por favor. —ordenó el señor de una avanzada edad y cuando JongDae se giro para darle la bienvenida se dio cuenta de que se trataba de su profesor de literatura.

—Señor Choi ¡Bienvenido! En seguida sale su orden. — dijo amablemente.

—Oh Kim, no sabia que trabajas aquí, justo iba a llamarte esta tarde. — contestó el anciano y el contrario lo miraba confundido.

—Oh ya veo ¿se puede saber el motivo ?

—Es sobre tu traslado ¿recuerdas? El año pasado pediste una plaza para tu intercambio... ¡Fue aprobada, felicidades! Se que no estamos en horario de la universidad pero necesitaba contactarme contigo para que empieces el siclo en Londres ¿¡No es fantástico!?

JongDae aún no salía de su sorpresa, miraba sin poder creer las palabras de su maestro, se había olvidado de esa petición desde hace mucho, pero en realidad uno de sus sueños más antiguos era estudiar en el extranjero y al parecer estaba a punto de cumplirse.

Pero no contaba que su sueño encontraba con un cerrojo en la tierra, ese cerrojo era dueño de la sonrisa más hermosa, ese cerrojo  de nombre Kim Minseok.

—Oh señor Choi, no se que decir.

—Imagino que no sales de tu sorpresa, no te preocupes tienes dos semanas para poner en orden todos los trámites antes de empezar clases.