10. Rotos
Crowley's permanecía cerrada al público y su persiana pintada con símbolos mágicos coloristas contrastaba con el ambiente lúgubre de su interior.
Tan sólo había una pequeña luz encendida en el establecimiento, por deseo expreso de John, y nadie parecía dispuesto a romper el hielo.
Rain había escuchado su historia con detenimiento y todavía no sabía que pensar. A priori, todo parecía una locura sacado de una película pero ella sabía que los poderes de John eran reales, así como había visto alguna vez en acción a Ismael y a Tommy. Si eran unos estafadores, eran muy buenos.
Le había practicado los primeros auxilios a John, pero éste seguía con el rostro hinchado y pese a que le había vendado el brazo con unas vendas rudimentarias, no sabía si estaba tan sólo magullado o roto. Él había insistido en que no le llevaran a un hospital, ya que les estarían buscando y tras el asesinato múltiple en el piso de Ismael, puede que la policía fuera tras su pista también.
Rain miró a Ismael, quien estaba algo más apartado del resto. Estaba sentado delante del ordenador, con la mirada perdida en la pantalla apagada. Su cuerpo estaba allí pero su mente parecía haber volado a otro lugar.
A Rain no le extrañaba su reacción, era normal tras un shock tan grande pero no sabía hasta qué punto debían dejarlo así y no llamar a un médico. Claro que John también se lo había prohibido.
Tommy estaba sentado en la postura del loto mientras no dejaba de crujirse el cuello. Su ropa estaba rota pero su cuerpo no presentaba ninguna herida visible. Siempre le sorprendía la capacidad de recuperación que poseía el grandullón.
- ¿Vais a quedaros a dormir en casa de John? No creo que podáis dormir muy cómodamente en el suelo de la trastienda -Preguntó la chica con la esperanza de que alguien hablara y rompiera ese incómodo silencio.
Ismael no contestó y continuó con la mirada perdida pero Tommy habló con el rostro bastante serio.
-Sería mejor que todos os quedarais a dormir en la tienda. Por lo que John nos ha comentado, tenéis varias esterillas para los clientes así que podríais intentar dormir allí. O podéis compartir el sofá claro-Miró a John, quien estaba tirado en el suelo, con las rodillas flexionadas y le miró de reojo- pero creo que sería mejor que se lo quedara Crowley que está hecho una mierda.
- ¿Y tú que vas a hacer? -Preguntó Rain.
Tommy se levantó y se limpió con las manos el polvo del traje.-Vuelvo a Nueva York. Mientras vosotros recopiláis información sobre Los Hijos de Enoc yo me pondré en contacto con mi antiguo jefe. Puede que él o sus contactos conozcan a estos psicópatas y puedan prestarnos ayuda.
- ¿Quién te ha nombrado jefe, Karloff? -Preguntó John desde el suelo.
-Soy el más sano de este grupo de perdedores. Y también el que está más bueno, pero eso está claro, no hay más que ver cómo me mira Rain.
John sintió un dolor punzante en la cara cuando se rió tras ver como Rain intentaba pegar a Tommy.
-Que capullo eres Tommy-Dijo Rain entre risas.
-Rain, dame un par de analgésicos por favor-Pidió John, quien estaba demasiado destrozado como para poder moverse.
Le extrañaba seguir consciente a estas alturas. Quizás era su mente jugando con él de nuevo. No sólo no podía dormir jamás, ni siquiera podía desmayarse como todo buen hijo de vecino.
Rain fue tras el mostrador y se agachó junto a Ismael que no pareció ni verla. Abrió el archivador que tenía para controlar las facturas y los albaranes y metió la mano para encontrar lo que buscaba.
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Poseídos
Horor¿Quién podría estar interesado en secuestrar a Harry Gorman, un hombre en estado vegetativo desde hace dieciséis años? La respuesta la tienen sus peculiares amigos de la infancia: Tommy el indestructible, Ismael quien puede abrir cualquier puerta y...