열두

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El día se estaba convirtiendo en noche y Angel Giraffe fue el primer grupo en llegar al lugar previsto donde la siguiente partida de Vapelong se llevaría a cabo. Pronto, Salty Bake, Rice Spice y Pin Skin se presentaron, junto con varios curiosos y fanáticos del Vapelong no-marcados. El primero en jugar sería Drum, un jovencito amable y tímido recién introducido a Angel Giraffe, cuyo cognative era una tortuga de bolsillo, contra Clancy, de Pin Skin, su cognative era un caniche miniatura.
La pelea fue corta, resultando en la victoria de Pin Skin y las disculpas por parte de Drum con la cabeza agachada.

—No importa. Sigo yo —dijo Mingi, descolgando uno de los cubos que tendían de su cintura.

Mack, líder del equipo rival, se acercó al centro con un gracioso cognative en forma de ratón. La mirada que dedicaba a Mingi parecían pobres intentos de provocar miedo o rabia, pero lejos de eso, el apacible rostro del muchacho no cambió hasta el momento de la pugna. Como era de esperar, el ganador fue Mingi. Había llegado el turno de Dai, Hanni en mano, lista para su encuentro con Tsukuru, el cual se vio interrumpido en el momento justo en que uno de los ataques de Dai estaban a punto de acabar con la partida. El motivo, un estruendoso grito que sonó a través de un megáfono.

—¡Quedan todos detenidos, manos en alto, terroristas!

Desobedeciendo totalmente la orden de Yamamoto, el callejón quedó totalmente desierto y varios policías salieron a la caza de Vapelongers, quienes se separaban y corrían por los tejados en busca de escondites o lugares donde no pudieran ser alcanzados. Mingi y Dai corrían a la par, mirando hacia atrás de vez en cuando, verificando que no hubiera nadie siguiéndolos, hasta que en cierto momento, Mingi la perdió de vista, se detuvo, miró alrededor y no logró verla. Convencido de que habría tomado otro camino al ver a un policía, continuó su trayecto a casa, esperando encontrarla allí.

Dai sintió un jalón en el pecho, debido al desconcierto no fue capaz de emitir sonido al ver que Mingi seguía corriendo. Cuando quiso darse cuenta, estaba amordazada, atada de pies y manos en el asiento trasero de un auto. Una vez que éste hubo arrancado, su boca fue descubierta y logró gritar:

—¡Hijo de puta, déjame ir! —intentó patear a Yunho pero le fue imposible.

—No somos el tipo de personas que dejan un asunto a medias y lo sabes. Descubrimos varias cosas sobre tu novio que no nos gustaron del todo y no queremos que andes con gente así.

—¿Ah sí? Ustedes son los menos indicados para hablar de gente con la que no debería andar —continuaba forcejeando con las ataduras—. ¿Qué mierda quieren ahora?

—Cuando lleguemos lo sabrás.

—¿Adónde me llevan?

—A mi casa.

Su pulso se detuvo por un momento. Conocía bien esa casa, esa habitación particularmente.
Una vez allí, Dai fue amordazada nuevamente, tomada en brazos y llevada al interior, donde fueron directo a una habitación, casi en el fondo de la casa, donde fue depositada delicadamente en la cama. Dai mantenía la calma, pensando en cómo saldría de allí.

—Wooyoung, puedes irte. Quiero hablar con ella a solas un rato...

La orden fue acatada y Yunho tomó asiento en una silla de madera junto a la cama, donde Dai también estaba sentada, mirándolo con ojos inundados de rencor, su boca había sido liberada nuevamente. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro y se acomodó los anteojos, respiró hondo y soltó un prolongado suspiro:

—Dai... hay muchas cosas que necesitas saber.

—No quiero escucharte.

—Tendrás que hacerlo. No te queda de otra... —rió por lo bajo— En fin. Comencemos por el principio... —se puso de pie— Yo, como sabes, crecí en la base de Togae, donde conocí a Wooyoung. Desde pequeños siempre fuimos muy unidos hasta que un día Togae nos presentó a la creación en la que había estado trabajando desde que prácticamente yo había nacido.

I CAN FIX HIM [Song Mingi] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora