Obligada a ser tuya. En Edicion.

Capitulo 12: Fiesta de cumpleaños

Una vez alguien dijo: "Tienes que esperar tu felicidad, ella llegara cuando menos te lo esperes" ahora entiendo mi felicidad llego cuando llego mi querida Madison. Gano una parte de mi corazon, una niña estupenda. Por otro lado esta Matías, un hombre frio al principio, pero cariñoso y buen padre.

—Amor—dice una voz somnolienta me doy vuelta y lo miro a esos ojos tan hermoso que tienes.

—Buenos días cariño—sonrió.

—¿Como amaneció mi princesa? —mi apodo desde una semana atrás.

—Muy bien amor y tu como amaneciste—se acercó para besar mis labios.

—Bien si estas conmigo.

—No que no eras cursi.

—Tu sacas ese lado de mi—se separo y me dio la espalda—ya no te quiero.

Lo abrace por la espalda. —Pero yo si a ti.

—Sabes que hoy es el cumpleaños de Madi y hay que levantarnos.

—Si también le dimos el día libre a los empleados.

—Si—me levante de la cama y escuche como Matías silbaba, no sabia de la existencia de este lado de él.

—¡Uy que sexy te vez! —dijo y luego mordió su labio—ese vestido te queda perfecto y provocativo.

—Ajá—le di la espalda para salir de ls habitación.

Estábamos solos en casa la fiesta de Madi era sorpresas así que la fuimos a dejar ayer donde mis padres para decorar la casa. Iba a hacer una fiesta pequeña. En la cosina prepare mi desayuno que era cereal con leche y Matías se preparo un emparedado.

—Voy a bañarme—dije cuando a acabe mi cereal.

Subí a la parte de arriba tomó mi ropa y me meto a la ducha.

Después de un rato salgo, me visto y abajo. Matías estaba sacando todas las cosas para decorar.

—Amor en que te ayudo—el timbre de la puerta se escucho.

—En abrir la puerta—me dirijo a la puerta principal donde los cuatros amigos mas cercanos de Matías se encontraban —Hola —los deje entrar y luego cerré la puerta—Matías esta en la sala —iba a seguirlos pero el timbre de la puerta volvió a sonar otra vez abrí la puerta—Hola—dije abrazando a Matt —Pasa —me hago a un lado.

—Hola—dijo Tobias.

—¿Necesitas algo? —el se había portado mal la última vez que lo había visto.

—Lo siento—el gran Tobias pidiendo disculpas un hombre extremadamente orgulloso que nunca pide disculpas —Lo siento por lo de la última vez.

—Si tranquilo pasa—entramos a la casa donde mis dos amigos y los cuatro de Matías no se conocía.

—Emma ellos Sebastian, Isaac, Ian y Abraham—señalo a cada uno.

—Un gusto conocerlos el rubio es Matt y el otro es Tobias.

—Hola—dijo Tobias la puerta volvio a sonar.

—Yo voy—dije para volver a caminar hacía la puerta —Hola—no conocía a ni una de esas chicas y mis tres amigas que acaban de llegar con ellas venia carlos.

—Hola ¿eres Emma? —asentí—Yo soy Karen.

—Edith—dijo la morena.