🌈 Capítulo Seis 🌈

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JaeBum no podía estar más feliz al ver a EunJae tan entusiasmada por ir a la fisioterapia. Como YoungJae le había dicho, ésta era de suma importancia para la rehabilitación de su hija y verla tan motivada lo hacía el padre más orgulloso del mundo.

  — ¿Crees que pueda ganar el premio mensual, Papi? — preguntó la pequeña, viendo entusiasmada por la ventana.

  — Claro que sí, cielo. Eres capaz de eso y mucho más.

EunJae sonrió ampliamente, tomando la mano libre de su padre.

JaeBum ayudó a su hija a bajar del auto al llegar a la clínica, sentándola en su silla de ruedas.

  — Buen día, tenemos cita con Young- ... uh, el doctor Choi.

  — Nadie me dice así, JaeBum. — la voz risueña de YoungJae se escuchó detrás de él. Al girarse, sonrió casi automáticamente después de ver al rubio acercarse a ellos vistiendo una filipina azul cielo.

JaeBum no quería despertar sentimientos por YoungJae de nuevo, pero la belleza de éste se lo hacía imposible.

  — ¡Doctor Sonrisitas! — exclamó EunJae abriendo sus brazos, en los cuales envolvió a YoungJae en un abrazo cuando éste se agachó frente a ella. — Estoy muy emocionada.

  — Me alegra mucho escuchar eso, bonita. — le sonrió YoungJae. — Ya verás que vas a hacerlo muy bien.

JaeBum estaba encantado con la dulce atmósfera que lo rodeaba. YoungJae era tierno de por sí, pero frente a EunJae lo era todavía aún más.

Los sentimientos que inundaban a JaeBum al ver la forma en que YoungJae endulzaba su voz al hablar con EunJae y los tiernos gestos que adornaban su rostro al hacerlo, lo remontaban a sus años de adolescencia.

YoungJae lo atontaba.

  — Hyung. ¿Me estás escuchando?

Claro que no. JaeBum estaba demasiado concentrado analizando su rostro, el cual había enrojecido al ver los oscuros ojos de JaeBum mirarlo fijamente.

  — Perdón. ¿Qué decías?

YoungJae rodó los ojos para luego reír.

  — Te pregunté: ¿Quieres esperar aquí o acompañar a EunJae con nuestra psicóloga?

  — ¿Psicóloga? — preguntó EunJae confundida, ya que no sabía lo que era.

  — Sí, pequeña. A ella podrás contarle con total confianza cómo te sientes, tus miedos podrían ser un ejemplo. Y ella va a ayudarte a que tengas la fuerza necesaria en tu corazoncito para vencerlos.

EunJae miró no muy convencida a su padre.

  — Está bien, cielo. Confía en lo que YoungJae te dice.

  — Me gustaría ... hablar con ella a solas. — murmuró EunJae, sorprendiendo a los mayores.

  — Oh, entonces te llevaré con ella. ¿Está bien? — EunJae asintió. Miró a su padre, éste besó su frente.

  — Te esperaré aquí. Ve tranquila.

YoungJae tomó control de la silla de EunJae concediéndola al cubículo de la psicóloga de la clínica.

JaeBum se recargó en el muro. Aún estaba sorprendido de que EunJae haya decidido ir sola, pero se sentía orgulloso de su valentía.

  — Va a estar bien, JaeBum. Noona es muy dulce, más cuando se trata de infantes. — dijo YoungJae dirigiéndose a él, después de unos minutos.

¡Dr. Sonrisitas! 🌈 2JaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora