¿Casualidad? -Olkis- Makis y Olga

Debo contarte algo.

Estubimos hablando con Juli de cosas trivales, ella me contaba de como iba su maravillosa relacion con Camila, si, Jumila is real, griten porque yo grité bastante y creo que mis grande gritos se escucharon desde el otro lado de Bogotá.

Todo iba bonito, todo iba excelente, hasta que golpean la bendita puerta como seguidores de Jehová.
J

uli me mira y se exactamente lo que me dirá.

-Yo no voy a abrir- la muy maldita se afirma del sillón como si su vida dependiera de ella.

-Ush, floja- Viré los ojos y veo que me muestra su lenga, que mala. Me levanté con pesades hacia la puerta para poder habrirla.

Abrí y lo primero que veo es a una Olga totalmente desesperada, la cuál no espera ni que me haga a un lado para pasar, solo llegó y entró, ni siquiera me miró.

-Donde carajos esta Natalia?!- pregunta preocupada, la verdad es que no hemos visto a Nata desde lo ocurrido con el padre de Olga hace unas semanas.

Olga me mira y corre para abrazarme y me habla al oido.

-Perdón amor, pero todo esto me esta preocupando, sé de lo que es capás mi madre y temo que te dañe a ti o a las chicas- escucho unos pequeños sollozos y rapidamente se que esta llorando en mi hombro y yo nada más sobo su espalda. Esto ya es bastante serio y me preocupe que esto afecte el estado emocional de mi novia.

-Amor no te preocupes- tomo su hermosa carita con mis manos y hago que me mire a los ojos, permitiendome perderme en ese hermoso mar azúl- Sea lo que sea, sabes que yo siempre estaré contigo, no te dejaré sola -sonrio para intentar tranquilizarla y dejo un besito en su frente como protección.
E

lla asiente y se esconde en mi cuello.
Veo que Juli me hace señas para decirme que se irá a casa para dejarme a solas con Olga.
Escucho la puerta cerrarse y siento como una delicada mano me lleva hacia nuestro cuarto.
-Debo contarte algo- suspira y sin mirarme sigue caminando, llegamos a nuestro cuarto y escucho que cierra con seguro.